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viernes, 27 de diciembre de 2013

EL INIGUALABLE SEÑORÍO DE UNA SULTANA MORA

Llevo meses yendo y viniendo desde mi ciudad actual en el mediterráneo hasta la que constituyó, si no mi cuna, si mi segunda infancia, los primeros besos de amor, mi incubadora profesional y, porqué no confesarlo...las primeras decepciones y fracasos que forjaron el espíritu que con tanto orgullo ahora luzco.

Salí de esta ciudad, como muchas personas, dejando atrás experiencias que, por no elegidas ni deseadas, no se les sabe encontrar el sabor que después uno quiere volver a paladear. Quería salir de este inmenso pueblo por cuyas calles paseaba sin levantar siquiera la mirada para disfrutar de su belleza...quise dejar atrás a la niña aburrida con una existencia predecible para vivir la maravillosa aventura de decidir por mí misma sin dar explicaciones sobre mis actos, independientemente de que la andanza saliera bien o mal.

Y ahora, mirado el cielo limpio de mi Córdoba y el perfil iluminado de esta gran señora que me parece ahora la Mezquita, vuelvo a añorar aquellos paseos entre calles estrechas y empedradas dónde el olor a flores y a historia inundaba el aire al girar en cualquier esquina.

Me parece una ciudad regia...con la altanería y arrogancia merecida por los muchos siglos de cónicas de tolerancia, diversidad y cultura que la marcan como referente trascendental y significativo para aquellas naciones o países afectados por presiones individualistas o colectivistas.

Toco las piedras de sus muchos monumentos y siento que todo el cuerpo tiembla al tomar consciencia de la importancia de esos muros, de lo mucho que han visto y oído...y de lo poco que les he dejado hablarme.

Es realmente hermosa esta ciudad; engalanada siempre de jardines, con patios encalados en donde uno sueña descansar oyendo el murmullo del agua...es de extrañar que tantos poetas y pensadores salieran de esta tierra?. Córdoba es un lugar para sentir...para meditar...para soñar y para dejarse abandonar por la belleza porque si...sin más razón que la contemplación de algo hermoso que nos impregne la piel y el alma hasta lo más profundo de nuestro ser.

Y casualidades de la vida....mato los ratos de vigilia en el hospital despejando la mente con una novela histórica ambientada en la Córdoba morisca del siglo XVI; a veces las coincidencias se alinean en el Universo para perfeccionar estas coyunturas (independientemente de que los momentos vividos actuales los tengamos que catalogar como buenos o menos buenos). Lamento muy mucho que sea ahora, cuando las circunstancias no son las más idóneas para el misticismo y la observación, comience yo a entender su historia y a apreciar verdaderamente el inmenso valor de esta joya de Andalucía.

Miro desde la habitación 1544 el horizonte iluminado de una ciudad radiante y orgullosa de su pasado que no deja de ser esplendida aún cuando la vista sea desde una triste cárcel de sufrimiento y dolor.

Prometo con todo mi corazón que, cuando esta pena pase, volveré una vez más para caminar por estas calles y escuchar el dulce murmullo de su voz de terciopelo además de degustar su intenso sabor a miel y canela.

Con toda mi alma....(ahora más que nunca)...saludos desde el sur.

Felices fiestas 





1 comentario:

  1. Felices Fiestas bruixeta!!!
    Espero con toda mi alma que la pena se desvanezca lo antes posible y sueño en poder compartir un paseo contigo por esas calles empedradas

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