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miércoles, 12 de junio de 2013

CAIDAS AL VACÍO O MIOCLONIAS DE LA DICHOSA REALIDAD

Ayer viví otra de esas noches que  graciosamente llaman  "toledana" (a los curiosos como yo, os informo de que tiene origen en una sangrienta escabechina que Al-Halkam I protagonizó con los nobles toledanos en el 797) en la que mi sueños y mis pensamientos no paraban de pelearse a puñetazos. Y ahí estaba yo al quite, como buen réferi, evitando que ninguno de ellos se hiciera demasiado daño.

Sueños y realidad; deseos y decepciones....conceptos que cuando andan juntos, a veces, no traen sino dolores de cabeza o de corazón. 

En uno de esos momentos en los que mis dos púgiles decidieron irse a sus rincones a rehidratarse y a oír los sabios consejos de su coach, comencé a meditar sobre esas situaciones que, sin esperarlas, te dan lo que, en la película "Origen", llaman "una patada" para despertarte.

Dicha patada hace referencia  a un fenómeno natural llamado mioclonia del sueño y que no es otra cosa que esa sensación de caída libre que te despierta con un espasmo muscular. ¿No habéis notado nunca ese brinco en la cama y la angustia de soñar que caéis o tropezáis?. La razón de esta afección normal del sueño es sencilla y bastante útil si se medita con calma.

Durante la fase entre la vigilia y el sueño, el cerebro manda paralizarse a las extremidades para evitar que, en plena etapa REM, mientras alucinamos con nuestras "realidades paralelas", andemos dando manotazos a nuestro acompañante nocturno...o que nos hagamos daño intentando el triple mortal con tirabuzón que estamos viviendo oniricamente. En esta relajación muscular paulatina, el cerebro se despista y empieza a interpretar tanta quietud como la muerte del cuerpo y manda a los músculos una señal para que se contraigan y trate de moverse...esta señal se transforma en un sueño en el que caemos y del que nos despertamos bruscamente para intentar salvar nuestra vida.

Lista la mente...eh??. Parece mentira que con todos los mecanismos de defensa que tiene tan automáticos algunos se empeñen en atrofiarsela a base de hacer el burro con drogas y alcohol. Un marco le pondría yo a mi amígdala (la zona menos evolucionada de toda nuestra área pensante)!!.

El caso es que, hace un par de días, una mioclonia de realidad me despertó de un sueño tonto que nunca pensé tener..que nunca estuvo en mis planes... y este despabilamiento brusco me hace recapacitar en que volar está muy bien, como siempre he sostenido,...pero mejor mimar al piloto para que el aterrizaje sea sin necesidad de paracaídas o sin los equipos de salvamento llenando de espuma la pista...mejor bajando el tren de ruedecitas  y poco a poco.

Curiosamente ese sueño disfrutado no era tal en un inicio...era algo real que yo quería vivir muy plena y conscientemente .. y con los pies bien anclados en el suelo. Pero se ve que mi espíritu cansado de otras batallas comenzó a relajarse tanto que no vi venir la somnolencia.

Prefiero esta caída brusca....la deseo mil veces a sufrir una alucinación hipnogégica con la que, en esa fase tonta que estamos entre despiertos y dormimos, tu cuerpo es incapaz de moverse aunque tu te sientas completamente consciente...se pasa mal tratando de gritar desde dentro de ti mismo para que tu propio oído te oiga y puedas despertar al fin de esa angustiosa muerte que nos paraliza.

De cualquier forma...me caiga  de bruces en la sustantividad o me cueste despertar cuando lo deseo, desde este momento ya os anuncio de que no pienso renunciar a mis ganas de volar y a creer, durante el tiempo que mi mente lo necesite, que las cosas hermosas merece la pena vivirlas aunque incluso tengan final (y, por supuesto, hasta que se acaben).

Total...la experiencia ya me ha enseñado que, para darse de morros con la realidad, no hace falta estar soñando...así que el batacazo tampoco me lo va a ahorrar andar de vigilia.

Rojo cereza caer en el agua clara y salpicaduras. Cierre de vista. Foto de archivo - 11779847






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