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domingo, 28 de diciembre de 2014

LA LADRONA DE SUEÑOS

En esta habitación de hotel que desde su balcón parece beberse el mar, se respira un olor a regaliz y sal que llena todas mis papilas gustativas haciendo salivar de antemano el festín que voy a saborear dentro de unos minutos.

La noche comienza a acercarse suavemente tiñendo de malvas y rosas el reflejo del cielo sobre el agua del puerto y dotando a las velas de los barcos de un aire romántico y sereno que me hace sentir más deseos aún de tenerle a mi lado....cuanto más tardará en venir?.

Decía un amigo que, estar en una habitación de hotel esperando a un amante, era como recluir a alguien en la oscuridad de un calabozo para evitar mostrar al mundo caricias y besos que otros enamorados se entregan sin pudor en cualquier esquina de la calle o banco del parque. Tiene razón...me siento encarcelada y condenada a cumplir mi condena de desear solo aquello que me está vedado.

La suerte no parece sonreírme ante tanto calor y pasión que deseo dar...parece poner a prueba mi paciencia y yo, testaruda como el mismo mar, que rompe una y otra vez sus olas contra el muelle aún sabiendo que no desplazará ni un milímetro el espigón sobre el que arremete, decido aprovechar las oportunidades de amar que la vida me ofrece, sean exhibibles o no.

Pasan de las 8 ya..no queda apenas nada para que venga....debería tomar una ducha para apaciguar el miedo escénico que me da saber que nada de lo que piense él me debe importar. Ese es mi trato personal con esta aventura. No debo involucrarme en esta historia más allá de un encuentro pasional que exige dejar el corazón en el cajón de la mesita de noche.

Tengo que cumplir con lo pactado, mi objetivo es otro bien distinto y no puedo perder el foco del mismo.

Llaman a la puerta...unos golpes de nudillos dados con cierta timidez...Dejo sobre la inmensa cama el libro que tenía en mis manos...casi no he podido leerlo pendiente de lo que mi imaginación estaba soñando en torno a este encuentro. La hora ha llegado...un último vistazo al cajón donde los sentimientos asoman juguetones pugnando por salir....lo cierro suavemente; así debe ser.

Un "qué pasa guapa?" suena al girar el picaporte de la sólida puerta y mis brazos se enlazan a su cuello para darle un cálido y profundo beso en su jugosa boca...el primero de muchos que esta noche nacerán de mis labios y se estrellarán en su piel una y otra vez como el oleaje sobre la arena de la playa.

La noche pasa entre abrazos, suspiros, gemidos de placer y ese cansancio que tratamos de evitar aprovechando nuestra primera noche sin mirar con insistencia el maldito reloj que a él le devuelve a su vida oficial y a mi a la soledad de los suspiros sin oyente.

La primera oportunidad de recordar qué es dormir junto a alguien que te ha acariciado y amado hasta la extenuación...que desearía darte aún más placer pero cuyo cuerpo pide a gritos descanso hasta el próximo combate.....

Ahora es mi turno, cuando su respiración se hace profunda...cuando las mioclonias de su sueño le mueven manos y pies involuntariamente...es tan hermoso verlo dormir a mi lado. Su piel cálida me produce una sensación gratificante que quiero recordar para siempre.

Y ahora, cuando su sueño es más intenso, acerco mi boca a la suya para cobrarme mi verdadera recompensa....aspiro su aliento que contiene una mezcla de todos sus sueños más dulces y anhelados. Poco a poco entran en mis pulmones, se instalan en mi alma y quedan perpetuamente cautivos allí...secuestrados a mi voluntad hasta que yo desee liberarlos.

Soy una ladrona de sueños que roba sin pudor las quimeras que mantienen vivos a sus amantes...que los hace volar cada mañana cuando miran por la ventana e imaginan ese futuro que tanto les hace feliz.

Por la mañana llega la despedida...unos besos, más abrazos, algo más de placer físico para decir adiós a una situación que no se volverá a dar con la asiduidad que ambos quisiéramos.

Una última caricia en el umbral de la puerta cuando él se va con la sensación de que algo se ha quedado olvidado entre aquellas paredes tan bien pintadas...palpa sus bolsillos; todo está en su sitio; sin embargo....no sabe por qué, pero siente que sus deseos y aspiraciones solo los volverá a ver cuando pueda arañar minutos a su vida para poder quedar conmigo de nuevo.

De repente le invade el sentimiento de que los papeles se han intercambiado y que ahora el prisionero de esta habitación de hotel es él...que yo no soy cautiva en ella...que puedo salir y volver a ella cuando yo lo desee porque poseo dentro de mi alma todos mis sueños intactos...y además me he convertido en la raptora de los suyos.








martes, 25 de noviembre de 2014

EL SONIDO DEL ÁRBOL QUE CAE EN SOLEDAD


No sabiendo cómo complicarme la vida aún más en un año especialmente duro para mí y que me está dejando las secuelas propias de unas pérdidas que aún lloro, se me ha ocurrido la gran idea de complementar mi formación con un postgrado en dirección Financiera que amenaza con hundirme del todo en el gran océano del cansancio anímico.

Con ello estoy dejado en dique seco muchas aficiones, amistades e ilusiones a la espera de disponer de ese tiempo maravilloso con el que me regalo para poder disfrutarlas como se merecen (y me merezco...claro). Entre ellas, como apunta un buen amigo, ha quedado varado mi interés por contaros esas conjeturas casi kafkianas que algunos de vosotros leéis de vez en cuando en este blog. Las entradas (con música o sin ella) que para mi eran parte de mi esencia, últimamente no fluyen como antes.

He de confesar que mi apego por escribir ha sido, en realidad, un necesidad interna que desde pequeña me impelía a plasmar sobre papel el torbellino de palabras que acudía a mi cabeza en cualquier situación por extraña que ésta fuera....subida en lo alto de la peña del patio de mis abuelos en el pueblo...en mitad de una clase aburrida de historia en el cole...sentada en un banco del parque mientras esperaba a una amiga o, incluso, en el puesto de helados mientras aguardaba mi turno para ser atendida.

Era como una marea profunda y arrolladora que no me permitía pensar en nada más por muy necesitada que estuviera de concentrarme en otros menesteres....las manos buscaban el lápiz y el papel para modelar con letras esos pensamientos que me pedían ser ordenados de alguna manera coherente y darles vida, por fin, con alguna forma material.

Igual que siempre, los pensamientos siguen acudiendo a mí para que los haga nacer mediante un parto que, he de reconocer, no me resulta ni duro ni complicado...es solo que ahora los pongo en su lugar y les pido que vayan haciendo cola ante la puerta de mis urgencias porque, ni me dedico profesionalmente a ésto (quién iba a pagar por este "brainstorming" desordenado?), ni puedo permitirme el lujo de atenderles primero cuando mi mente debe acometer otras tareas intelectualmente más lucrativas (el sueldo que me permite liquidar la hipoteca, por ejemplo).

Y este sentimiento de dejarlos protestando en la bandeja de entrada me hace tener otra reflexión aún más exigente y que, sin siquiera inmutarse, se salta los turnos de las demás y aparece obsesiva en las teclas del ordenador preguntándome reiteradamente qué pasa con aquellos pensamientos que no se cuentan y que quedan en la cabeza de pensador.

¿alguien ha ideado algo que, por el hecho de no mostrarlo, no ha llegado ni a existir? ¿existen la ideas y los nuevos conceptos cuando terminan no expresándose?... Y dejadme que vaya aún más lejos....existe el arte, la ciencia y la filosofía  si no se muestra públicamente?

No creáis que este razonamiento es originalmente mío....ya hace tiempo que surgió la duda entre los grandes filósofos sobre la objetividad o subjetividad de la realidad ante la simple cuestión de si en verdad hace ruido un árbol al caer cuando no hay nadie para oírlo...Algunos pensaréis que la solución del enigma es bastante más fácil que aquella cuestión de si fue primero la gallina o el huevo...pero ¿alguien me podría decir si existirían los sonidos si no existieran oídos?

Para Kant, por ejemplo, "el mundo objetivo" debía ser matizado por "el mundo según el observador" ya que lo que percibimos fuera de nosotros es una versión nuestra del mundo, independientemente de como sea éste en realidad. Para otros, el estrépito que causará un árbol al caer creará vibraciones en el aire independientemente de que alguien las pueda percibir o no.

Con ello también reflexiono (yendo aún más allá si me lo permitís) sobre si el arte que llevamos dentro es bueno o malo dependiendo de la crítica de aquellos a los que se lo mostramos....o si simplemente es grandioso porque así lo sentimos incluso antes de darle forma física para poder exhibirlo.

Yo soy de la creencia de la existencia de un mundo interior objetivo...ese que me hace soñar con cosas que son extravagantes para otros...que hace que me ilusione con naderías que gente más inteligente y cultivada que yo desecharía automáticamente....que me permiten otras formas de ver a mis amigos que van más allá de sus defectos o virtudes o que me hacen sentirlos cerca o lejos con independencia de las distancias geográficas cuantificables por la física.

Y para aquellos susceptibles que me creen en guerra con ellos por mis largos silencios, ya les digo que no estoy criticando el deseo de reconocimiento inherente a cualquier expresión artística ya que, cuando uno está ilusionado con su creación, el sentir una buena crítica (sobre todo si es constructiva) nos ayuda a alegrarnos internamente y redoblar nuestro empeño en crecer aún más y llegar más lejos.

Hablo de esas ideas, que muchas veces no mostramos por diversas razones y que todos entendemos que nada tienen que envidiar a lo públicamente expuesto...no solo en el arte...sino en los sentimientos también. Acaso el orgullo del padre callado no es tan bueno como la perorata de algunos progenitores a los que se les llena la boca de la excelencias de sus vástagos?...estremecen menos esos "te quiero" nunca dichos por ser inapropiados pero que nos inundan de una enegía maravillosa?...Es menos pasional y sincero un amor escondido tras la puerta de una habitación de hotel que el que muestran los amantes adolescentes por cualquier esquina del parque?

Yo no sé cuántos árboles han caído en vuestro bosque existencial, pero algo si que os puedo confirmar: todos los que cayeron en el mío, independientemente de que alguien lo haya visto u oído, han hecho el más intenso y maravilloso de los sonidos...(eso sí...de buen grado hubiera invitado a alguno de vosotros a estar presentes en tan magnífico espectáculo).










martes, 21 de octubre de 2014

DETECTOR DE MENTIRAS

Por desgracia he acumulado en mi curriculum vital (ese que no tiene nada que ver con los años laborales computados para tu jubilación sino con el verdadero transcurrir de tu vida) una serie de decepciones sentimentales que han marcado de alguna manera mi forma actual de caminar por el mundo de las relaciones sociales.

Las historias, como todas la que componen nuestro recuerdo, son distintas; con nombres diferentes, y actitudes desiguales...unas tomadas con más o menos tremendismo, otras vividas con bastante más serenidad y capacidad de aceptación; pero todas ellas dejando sus singulares cicatrices en el alma y sus amargos regustos detrás del paladar del corazón.

Y tras las sensaciones dolorosas, enfados teatreros, negociaciones absurdas, dolores de espíritu y aceptaciones finales, uno piensa que no volverá a ocurrir...que la experiencia te va a alertar para no tener que pasar de nuevo por este agónico duelo del que, absurdamente, solo se saca aquello de "la cabeza caliente y los pies fríos" que decía Campoamor.

Pero mi ventaja (o esa mala suerte de la reiteración de que siempre te den las tortas en igual sitio) es que, a base de quedarte analizando varias veces la misma situación y de darle vueltas a la coincidencia de los desencadenantes, desarrollas un sentido especial para descubrir de los inicios de tan dolorosos sucesos.

En mi caso, he evolucionado hacia un sutil detector de mentiras que se ha construido en varias fases: La primera vez se trataba de percepciones en mi cerebro sobre que, lo dicho en determinados momentos, era totalmente opuesto de una conversación oída en un sitio a otra....lo dejaba pasar en la creencia de que, humilde de mí, lo había entendido mal.

En la segunda, fue una sensación menos tenue e indefinida....detecté rápidamente la incongruencia y esta vez no se me ocurrió echar mano de mi inseguridad;...algo no cuadraba y resultó que 2 + 2 terminó siendo 10. Esperé un tiempo prudencial para asegurarme de que hablábamos del sistema decimal y no del binario así que, en cuanto tuve fuerzas suficientes para asumir las consecuencias de levantar la liebre, saqué la baraja y, uno a uno, empecé a poner mis naipes sobre la mesa. 

Reconozco que mientras ponía carta sobre carta, deseaba desesperadamente estar equivocada...que todo fuera fruto de una mente muy escaldada ya por el pasado...lástima que, como de costumbre, terminaba odiando tener la razón a mi lado!. 

Tengo desde hace tiempo un amigo que insiste en afirmar que "cualquiera me engaña a mí!"...pone mi inteligencia por las nubes y pinta mi imagen como si del gran Sherlock Holmes se tratara. Nada más lejos de la realidad....Otros más recientes me llaman directamente CSI aunque la pericia en encontrar huellas invisibles no me está evitando los desencantos.

No hace mucho he vuelto a percibir ese pellizco especial en la parte superior de mi estómago, y de repente, vuelvo a recordar lo fácil que es para mí bajar la guardia y dejar que los demás me engañen cuando, por afectos profundos surgidos de idealizar relaciones, decido confiar ciegamente en alguien que, humanamente, decide que mi cariño y amistad son fácilmente despistables si se sabe poner la cara adecuada y se me dicen las palabras que yo desearía oír.

Noto que este detector de mentiras desarrollado se hace cada vez más infalible....miro una foto descuidadamente y algún detalle llama mi atención....un color especial, una sombra, un efecto y, por arte de magia recuerdo esa misma flor, un día y quizás una hora que no deberían de coincidir tan asombrosamente. Y, de repente, el código binario no casa con el hexadecimal ni con la conjetura de goldbach sobre los números primos.

Se trata de una sensación física casi dolorosa que entra, como un sutnami, por la médula espinal y llega hasta los pulmones dejándote sin aliento. El corazón se acelera como si estuvieras en los últimos metros de tu carrera de 10  kilómetros y notas que los ojos se llenan de un líquido inflamable que llaman lágrimas....Otra decepción!...otro engaño sin sentido justo cuando dejas de ser egoísta y te permites el lujo de volver a soñar!

Odio ese detector de mentiras que se vuelve cada vez más sofisticado....envidio la tranquilidad de la esposa a la que, las infidelidades de su marido, pasan tan solo por ser una época de rarezas o de crisis programada por la década de años que toquen....como dice Lennon "Living is easy with eyes closed
misunderstanding all you see".

Pero dejando a un lado los fiascos amorosos, lo realmente preocupante del tema, es que todo esto que explico se traslada también al campo de esas amistades infalibles que te prometen estar a tu lado en las duras, las maduras y hasta en las que se deshacen.

Y después de mucho tiempo cultivando con todo tu afecto y sinceridad una relación sensata y cálida en la que entregas todo de tí (lo que eres, lo que fuiste, lo que deseas ser y lo que serás) un día esa neurona que todo lo analiza dentro de tu cerebro, vuelve a detectar el engaño...la mentira gratuita con la que, aquel que tu llamas "amigo y cómplice", decide que es más fácil crear un guión digno de Woody Allen que mirarte a los ojos y explicarte que, simplemente, algo ha cambiado.

Los que saben de mi vida y de mi forma de ser, conocen bien mi actitud sobre las responsabilidades y los errores propios....primero analizar los porqués, luego reconocer que siempre es mejor hacer frente a las consecuencias y finalmente tomar las decisiones oportunas para resolver el problema de forma definitiva. Es por ello que me cuesta tener a mi lado a personas que deseen mejor eludir las cuestiones o pretendan que la mentira es una buena herramienta para nadar, guardar la ropa y a la vez batir huevos.

Con la edad me he vuelto un poco menos vehemente...o será que la veteranaría y el sentido común me dicen que no merece la pena gastar ni palabras ni decepciones para recuperar a alguien que manifiesta con sus actos el no haberse molestado en conocerte en profundidad. Si lo hubiera intentado habría entendido lo difícil que le será volver a toparse con una mujer tan cómplice, tierna, empática y generosa como la que ha tratado de engañar....es como si se hubieran bajado del vagón de mi tren sin saber siquiera con quién han compartido viaje y demostrándome lo poco que han disfrutado de él.

Sin embargo....seamos sinceros...¿Realmente, no se miente por temor a perder lo que uno tiene en gran estima?..Me cuesta reconocerlo pero, pudiera ser que la mentira detectada fuera solo una demostración de lo valiosa que he llegado a ser para quien, simplemente, no ha sabido confiar en que mi amistad sería mil veces más grande que cualquier decepción que sus decisiones me hubieran podido ocasionar.

Por desgracia esto no va a evitar el dolor de perder por el camino a aquellos que consideré importantes en mi vida y a los que tanto cuidé y mimé para que fueran felices a mi lado.







domingo, 14 de septiembre de 2014

LA ALFOMBRA MÁGICA DE SHEREZADE

Sherezade miraba a los ojos al sultán que, embelesado por la belleza del relato, esperaba con ansia el final de un cuento que su hermosa narradora nunca terminaría de contarle. Otra historia y otra noche adicional que, gracias a su ingenio, le permitiría vivir un día más.

Alan miraba de reojo a su diosa rubia dando tragos a una cerveza que terminará calentándose en su mano mientras observaba como ella, atenta a las piezas del puzzle, buscaba la que encajaba en esa extraña figura del borde. Aquello no tenía ni pies ni cabeza....varios días intentando llevársela a la cama y cuando por fin ella le invita a subir a su casa, le ofrece una bebida, se cambia en su habitación para ponerse unas mallas deportivas, una camiseta holgada y su propia piel por zapatos. Y después de ésto, que presagiaba una noche interesante,...nada!...ella pone piezas recortadas en un trozo de cartón y él se siente como si fuera invisible.

La divertida Serena levanta de vez en cuando la vista de la imagen incompleta y lo mira con una media sonrisa....no está probando su paciencia pero su actitud le está proporcionando una situación bastante amena...la cara del que ella está segura será su próximo amante es todo un poema; está por coger la cámara y rematar la escena con una foto que colgar en Facebook.

Pero no es de esas que les guste bromear ni reírse de los hombres...no es su estilo. Si algo la ha definido con sus relaciones amorosas es el haber sido siempre sincera y auténtica. Solo pretende crear ese silencio calmo que antecede a la conversación sustanciosa y con sentido común que necesita para explicarse correctamente ante él.

Tiene una bonita sonrisa...una par de hoyuelos se le forman por encima de la comisura de los labios y le dan un aspecto de sencilla franqueza que a tanto ha gustado siempre a los hombres que la han besado.

- Tranquilo...no te he traído aquí para que me veas completar un rompecabezas. Pero lo cierto es que  tú te estás convirtiendo en el mio durante estos dos días que llevo conociéndote. Me gusta tener la seguridad de que aún sé encontrar las piezas que encajen antes de dar ningún paso más contigo.

Alan arquea las cejas y sonríe un poco nervioso...ninguna conquista conseguida a su más puro estilo Don Giovanni le había hablado así....Uyyyy...a ver por dónde sale todo ésto; no se habrá metido en camisas de once varas?

- No te asustes, pintor de sensaciones....los que me conocen un poco saben que soy más gatita que tigresa...no te voy a comer...aunque pensándolo bien....- ella ríe socarronamente mientras le guiña un ojo.

Ambos esbozan un gesto distendido que les hace experimentar esa sensación de "estar en casa" que a todos nos hace sentir tan relajados.

- Llevas piropeándome desde el mismo momento en que nos encontramos; medio en broma me propones cosas que parecen encaminadas a que me arroje en tus brazos en modo romántico o que me tire sobre ti en plancha al más puro "instinto básico". Y te prometo que no tengo ningún reparo en reconocer que, si continuas así, vas a conseguir alguna de las dos cosas. Pero no te equivoques....tus encantos de Don Juan no van a provocar un abandono de mi voluntad

Serena respira profundamente en un casi silencioso suspiro y vuelve a centrar sus ojos en una pieza buscada, encontrada y que encaja perfectamente en un lado de la fotografía que ya se sabe de memoria.

- Si te he traído aquí y te he dado una cerveza mientras me observas silencioso, es porque trato de ordenar lo que te tengo que decir, necesito poder explicarte, sin que suene absurdo, que deberías tener cuidado con lo que deseas....no soy una mujer muy convencional...podemos hacer el amor si es lo que deseas...pero tendrías que sopesar que puede haber "daños colaterales para ti"...te dejo tiempo para que lo medites previamente... Los hombres que han entrado en mi vida en un plano físico y/o anímico nunca han olvidado ni mi cuerpo ni mi alma.

Alan comienza a sentir un pellizco en el estómago de verdadero placer...ni duda de sus palabras porque, de repente, puede percibir la fuerza interior de Serena, su intensidad, su profundidad y se da cuenta de que, como dice la canción, tiene toda la pinta de que tendrá puro veneno en la piel.

Ella se le aproxima....se pone de puntillas para poder acercar los labios al oído de Alan...y casi en un susurro le dice:

- Debes saber también que, si te permito estar de pié aquí sobre mi alfombra, es tan solo porque ya he decidido que hoy no podrás olvidar mi cuerpo....solo me queda dilucidar si, además de a tu garganta, voy arrancar un ronroneo de placer a tu mente que debe estar cansada ya de tanto ruido sin nueces.

El vello de la nuca de Alan se ha erizado casi dolorosamente al sentir el aliento cálido con aroma a canela que sale de la boca de ella. Ahora solo sabe que debe buscar una coraza lo antes posible o, por el contrario dejarse desarmar por esas manos de dedos finos que ahora ella tiene apoyada sobre su corazón.

Él la mira a los ojos, contemplando el abismo de sus oscuros iris....ya conoce que su decisión acaba de salir de lo más hondo de su ser...nada puede temer....nada que perder y tantísimo que ganar....y la besa profundamente notando el ardor de sus labios y la frescura de su lengua.

Con la pierna retira a empujones la mesa que le estorba para, suavemente, tenderla sobre la famosa y mullida alfombra roja del salón mientras sus manos buscan con avidez la suavidad de su piel.

Serena ya ha cerrado los ojos y abierto su alma...y piensa en los abejorros que no han hablado aún con los de la Nasa, o en la linfa bombeada dentro de las alas de las mariposas...pero sobre todo nota el deseo que le está inundando todo su cuerpo.

Alan le coge la cara para obligarla a abrir los ojos y con una voz casi infantil le dice...

- Mi apetitosa Sherezade....déjame viajar contigo en esta alfombra roja.... que, por lo que veo, promete ser tan mágica como tú.

Serena nota la erección de su amante y piensa en algo tan tonto como que los policías de paisano continúan bien armados hasta fuera de servicio....Y en que, en este viaje tan placentero, quizás se acerque a contemplar el sol de media noche más allá de los fiordos noruegos...será una grata experiencia que no se va a perder.








miércoles, 13 de agosto de 2014

BALANCE DE BLANCOS Y VELOCIDAD DE OBTURACIÓN

Como ya he confesado más de una vez, este blog nació de la insistencia de un amigo que me animó a mostrar a los interesados mis cualidades literarias que, a buen seguro, no van a pasar de los dos premios literarios obtenidos durante mi paso por el colegio y en el instituto.

Pues este mismo amigo me incita, desde hace algún tiempo, a que me lance a otra afición que ultímamente parece centrar toda su atención y que es la fotografía. Insiste en que mis dotes de Sherlock Holmes de andar por casa, demuestra mi innata capacidad para fotografiar aquello que a otros se les pasa por lo alto pudiendo plasmar imágenes cuanto menos dignas de curiosidad.

No sé como me dejo enredar de esta forma....pero al final le he hecho caso y voy a dedicar este verano a descubrir qué tiene este mundillo que tanto envenena a quien lo prueba. Veremos en qué acaba el experimento.

Lo primero es hacerme con una cámara de tecnología apropiada; las de un solo uso no van a servir para sacar nada positivo de la experiencia y mi compacta, disponiendo de opciones y tecnología nada despreciables, se puede quedar corta para algunas lecciones que debo aprender.

Lo dicho;... llamé a mi "secuestrador oficial" y le pedí prestada su réflex que con gusto puso a mi disposición. Reconozco que el peso de aquel artefacto me hizo recular en un primer momento: mantener esa pieza tecnológica a la altura de mi cara me iba a obligar a ir previamente al gimnasio para desarrollar la musculatura necesaria en mis desinflados bíceps.

Una vez superada la reticencia fisionómica primera,  a por el segundo paso....buscar información adecuada para localizar como mínimo el disparador en el artilugio (ya no digo nada sobre los menús, botones, y mecanismos que parecen tener vida propia en cuanto accionas el "on"). Así que me dije "cuando uno tiene sed, se va directamente hacia un pozo" y me planté en la biblioteca municipal de mi ciudad donde encontré una maravillosa estantería solamente dedicada al tema y, tras una hora mirando con el cuello torcido los lomos para vislumbrar el nombre adecuado, este lunes salí de allí con un libro que tenía el atrayente título de "Domina tu cámara" (el látigo no lo traía...pero pensé seriamente en comprar uno)

Llevo ya algunas páginas leídas y me ha llamado la atención algo que ha dado para otra de mis conjeturas y que no me voy a reprimir en exponeros aunque, como muchas de ellas, no tengan ni pies de ni cabeza.

Al parecer el ojo humano (y el cerebro que es quien, en definitiva procesa las imágenes que llegan a través de él) siempre ve el blanco como blanco, independientemente de que la luz ambiental haga que los colores en realidad tiendan más a azulados o a rojizos (índice Kelvin mayor en un paisaje soleado de montaña nevada y menor en un atardecer). La cámara, sin embargo es totalmente objetiva con esta "temperatura de la luz" y percibe la luz y los blancos tal y como son en realidad,  por lo que se deben hacer ciertas alteraciones digitalmente en el procesamiento de la imagen para que la foto quede tal y como tu cerebro la "juzga" correcta.

Este mecanismo en la cámara, que enmienda lo que nuestros ojos no saben apreciar, se llama "balance de blancos".

Esto me hace reflexionar en el gran parecido que hay a la hora de percibir muchas de nuestras relaciones interpersonales ya que, en ocasiones, encontramos en nuestra vida a personas especialmente cálidas que nos muestran una luz espiritual fuera de lo estándar y, sin embargo, las tratamos como a cualquier amigo de esos que termina en el fondo de los armarios de los aprecios. De esta forma, independientemente de lo que nos aporte su particular forma de ser, acaban considerados igual que aquellos de mirada fría con los que "alternamos" en cualquier evento social.

Asimismo me he quedado fascinada con la utilidad del obturador de la cámara, cuya velocidad también podemos manipular para determinar el tiempo en que la luz del objeto fotografiado incide en el sensor. Si esa velocidad es demasiado alta, la fotografía quedará oscura (sub-expuesta) respecto a la escena real...si dejamos que el obturador quede mucho tiempo abierto la imagen quedará blanquecina (sobre-expuesta) y se eliminarán los contrastes naturales de aquello que queremos inmortalizar.

Curioso también si hago el mismo paralelismo de ideas sobre aquellas personas que decidimos que deben quedarse en nuestro recuerdo y que, por consiguiente, dejamos que entren a formar parte de nuestra historia: .....Si alargamos la relación más allá de lo que da de sí por su propia naturaleza, nos queda en el corazón una sensación de saturación que estropea la vivencia hasta hacerla asfixiante. En cambio, cuando el vínculo es muy intenso y no dejamos abiertos nuestros corazones lo suficiente (por miedo a los cambios que suponen o, simplemente,  por no prestar a nuestros sentimientos toda la atención nos pide), la relación nos deja un oscuro regusto de negrura que nos hace hasta dudar de si realmente mereció la pena disfrutar de la experiencia.

Mi conclusión sobre todo ello es que, ciertamente, ésto del mal llamado arte de la Fotografía (en mi opinión se acerca más a la categoría de ciencia empírica), tiene mucho de la filosofía de las pelis de indios los cuales, sin menospreciar la calidad de sus arcos y las flechas, deben conocer con profundidad la técnica de disparar acertadamente a un blanco balanceado tensando el arco lo suficiente para que el resultado final de la película sea del agrado del indio y luzca con un Oscar en su estantería sentimental particular.

Independientemente de si termino sabiendo usar el arco y las flechas, daría cualquier cosa por tener un corazón dotado de un buen fotómetro y balance automático de blancos...que me permita captar la verdadera luz de las personas que entren en mi vida, el tiempo que el obturador estime oportuno, para que quede una foto bien maja de lo vivido sin dar lugar a errores de exposición de ningún tipo.

Por cierto....aprovecho para felicitar en su cumpleaños a esa persona que me ha enseñado, como mínimo, que lo importante de una cámara no es la carcasa sino la calidad del sensor de su interior. Felicidades papá; tú si que has dejado buenas fotos!




martes, 22 de julio de 2014

CONTAGIO EMOCIONAL O LA CIENCIA DE TRANSMITIR EL MAL ROLLO

A Adela le duelen los músculos de la frente de mantener durante más de una hora el rictus de pena mientras escucha a Lola, juntando las cejas y tratando de que la curva de su boca se doble hacia abajo como si le hubieran puesto una plomada en cada comisura. Esta salida para un café a media tarde se está haciendo terriblemente eterna, pero no puede menos que escuchar a su amiga que, tras una separación poco amistosa, lleva ya más de un mes con el síndrome de mujer despechada.

Realmente no son tan amigas; Pepi y María fueron siempre las que hacían buenas ligas con Lola desde la pandilla. Incluso, en ocasiones, Adela llegó a tener ciertos celos de ambas porque, en algunas tardes de paseos primaverales, su amiga siempre le ponía alguna excusa para no quedar con ella y luego se la encontraba en el bar con las otras dos, disimulando que no la habían visto o saludándola de lejos con un gesto más propio de alejarla que de invitarla a sentarse con ellas.

Mientras la escucha pacientemente, se pregunta porqué no están allí sus amigas del alma; le parece tan extraño que ahora sea ella su paño de lágrimas....pero en el fondo se alegra porque cree que por fin Lola sabe distinguir a las verdaderas amigas...esas con las que realmente puedes contar cuando las cosas se ponen feas. Se siente muy orgullosa de ser la elegida en estos momentos tan difíciles.

La recién separada habla crispada y las cuerdas de su cuello están tan tensadas como las de un piano bien afinado....los ojos brillantes por la rabia y un cigarrillo entre los dedos que automáticamente es reemplazado por otro en cuanto nota que se ha consumido hasta el filtro. Caladas intensas que calientan el tabaco y una necesidad irrefrenable de hablar incluso cuando aún no ha expulsado el humo de sus pulmones...Desde luego, si no la mata el ataque de histeria, la va a matar la nicotina.

A Lola su marido la ha engañado miles de veces....al menos de pensamiento... porque nunca ha tenido pruebas de que haya pasado de forma real teniendo en cuenta que  el hombre solo va del trabajo a casa y que, cuando sale, lo hace bajo la compañía de su fiel esposa...Pero eso es circunstancial...simplemente es que no ha tenido la oportunidad; así que vale tanto como si le hubiera puesto los cuernos miles de veces.

A Lola su marido nunca la ha comprendido...cuando ella hablaba él le sonreía socarronamente dando a entender que ni ella misma entendía lo que decía y que había que hacerle tanto caso como a la abuela Puri (a veces, a la pobre, se le va la olla y se cree que tiene 10 años en vez de 87). Que desfachatez cuando volvía del trabajo reventado y se quedaba dormido en el sillón mientras ella trataba de contarle los últimos chismes que corrían por el pueblo!!!

A Lola su marido nunca la ha valorado....dejó los estudios siendo muy joven y tuvo que ponerse a trabajar. Su única cultura fue la aprendida a base de ser toda una mujer llevando la casa de sus padres y, tras casarse con Pedro, seguir gobernando la de su esposo. El muy desconsiderado nunca le dijo lo bien que le habían quedado la lentejas con ese truco especial que dieron en el Master Chef o lo brillante que le había quedado el suelo de la entrada usando ese producto tan fantástico que compró en el tele-tienda a precio de Oro.

Adela escucha compungida toda las quejas de su amiga....no sabe por qué, pero todo le suena bastante cercano...desde luego es cierto que Antonio también se duerme cuando llega a casa sin siquiera escucharla y resulta tan desconsiderado que no tiene otra cosa que hacer que entrar en el baño justo cuando ella acaba de salir de él con la fregona.

A Antonio lo ha pillado más de una vez mirando de reojo a las más descocadas del pueblo cuando se ponen esas minifaldas imposibles. Si pasa a su lado mientras él está en el ordenador, rápidamente cierra la página que está mirando (que a bien seguro es una de esas esas guarras). Lola empezó a sospechar de su marido cuando, de repente, lo veía mandando whatsapp a todas horas....gracias a Dios el marido de Adela es tan desastre con el móvil que está constantemente perdiéndolo en cualquier sitio.

A Adela se le está haciendo uno nudo en el estómago pensando que su vida matrimonial se parece terriblemente a la que le está contando su amiga. Una negra nube de sospecha aparece sobre sus pensamientos mientras su interlocutora trata de explicarle con lágrimas en los ojos lo mal que lo va a pasar con el acuerdo de divorcio, cuando tenga que elegir entre quedarse con el turismo o el todo terreno y entre el periquito que le regaló su suegra o el gato que se encontró Pedro recién nacido cerca del río.

Son cerca de las nueve y ambas compañeras de cuitas se deben despedir....Lola a seguir escondiendo cosas para que el, ya su ex-marido, no las eche de menos y se las pueda reclamar en el acuerdo que tienen que firmar con el abogado...Adela,sin embargo, piensa en que tiene una familia que le estará esperando para cenar.

Mientras, en su casa, Antonio lleva horas intentando configurar su nuevo teléfono móvil ..el anterior se le perdió en alguna de esas caminatas a las que su duro trabajo le obliga a diario...mira curioso la pantalla mientras intenta entender el menú de inicio que aparece y que trata de explicarle todo menos lo que le interesa (cómo guardar la agenda  de teléfonos que tiene que introducir de nuevo).

Adela mira a su marido y sin decir nada se va hacia la cocina donde comienza un llanto desconsolado que no puede parar...Su esposo, harto de no entender nada sobre las nuevas aplicaciones de su terminal telefónico, se dirige hacia la nevera para coger una cerveza y se encuentra a su mujer formando un verdadero lago de lágrimas sobre el hule de la mesa. Antonio, atónito, se queda blanco ante  el espectáculo inesperado que está presenciando, a la vez que un terrible nerviosismo le inunda todo el cuerpo.

- Adela....qué te ha pasado?...tu madre está peor?....Mujer, dime que ocurre que me va a dar algo....!!!

Adela entre hipidos levanta la cabeza y sin poder dejar de llorar a lágrima viva le dice a su esposo.

- No, Antonio...mi madre está mejor....mañana le quitan los antibióticos....

- Entonces...que te pasa???...se ha muerto alguien?...cuentameeeeee que me tienes atacado!!!

-....No... es que se me hiela el alma al pensar que tu te quedarás con la perrita  y a mi me tocará seguir cuidando de ese canario escuchumizado que no sabe ni cantar...Prometeme al menos que el mantón que me regaló tu madre me lo dejarás como recuerdo....

Antonio llega a la conclusión que comprende menos a su mujer que a su nuevo móvil y mira a su alrededor pensando en dónde estará la cámara oculta...no entiende absolutamente nada ni sabe qué hacer con su afligida mujer que no puede parar de llorar entre sollozos desesperanzados.

Mientras tanto, al otro lado de su pueblo, Lola ha quedado con Pepi y María para tomar una copa antes de la cena....en la mesa del bar ríen escandalosamente para que nadie ose pensar que Lola está triste por el abandono de Pedro (que por casualidad se encuentra en el bar de enfrente con una camarilla de amigos haciendo lo propio). Lola no tiene narices de decirle a Pepi y a María lo que le ha contado a Adela, entre otras cosas, porque ni Pepi ni María se van a creer, ni por asomo, la mitad de lo que Lola tiene la necesidad de contar por el único afán de hacer valer su victimismo...No;... sus amigas del alma la conocen tan profundamente como para hacer bueno aquello sobre lo que hay que creer de verdad... "de lo que oigas, nada...y de lo que veas, la mitad"





domingo, 13 de julio de 2014

YES, WE CAN

Desde la muerte de mi padre me sorprendo a mi misma recordando algunos de los muchos momentos vividos a su lado, tratando de hacer memoria de todo ese legado no cuantificable que nunca deseamos que se pierda y que en ningún documento notarial de aceptación de herencia aparecerá reflejado.

Evidentemente lo que hacemos es recrearnos en repasar los buenos ratos al lado de esa persona que ya no está, sin caer en sentimentalismos absurdos...solo tratando de refrescar en nuestra cabeza y corazón aquellos instantes que nos regalaron filosofías de vida y modos de actuar que, como un gran tesoro de nuestro aprendizaje, no queremos que caigan en el olvido.

Como muchos niños de mi época y de la situación geográfica que me tocó vivir (no me cansaré de repetir a los más jóvenes sin acritud, que no era lo mismo haber nacido mujer que hombre y, ni mucho menos, en Madrid o en Andalucía...la idiosincrasia espacial y cultural era determinante en tu educación), las enseñanzas se basaban en el famoso principio de "la letra con sangre entra" de la que, una vez pasadas ya varias décadas, nos quedó la certeza de que, "si la letra no quiere entrar, mejor usar chuletas en el examen".

Mi padre fue un hombre cuyo mayor orgullo era, como le pasa a la mayoría de los progenitores, conseguir que sus hijos llegaran más lejos de lo que él mismo había logrado con tesón y esfuerzo. De esta forma, el futuro de mi hermano o el mío no podría quedarse por debajo de estudiar una carrera y ser profesionales respetados en nuestro entorno familiar y laboral (bueno, si soy sincera...conmigo las expectativas ya estaban cubiertas si alcanzaba a montar una peluquería cuando estuviera casada....yo,  como siempre sacando los pies del plato!)

Recuerdo con cierto regusto amargo que aquellas tardes después del colegio, mientras otros niños corrían por la calle con su trozo de pan con chocolate, mi hermano y yo nos quedábamos en casa estudiando, y repasando las lecciones del día e incluso anticipando las posteriores para destacar en la escuela al conseguir buenas notas y diplomas. Entré en el parvulario sabiendo leer correctamente en libro. El siguiente curso lo comencé conociendo perfectamente las 4 reglas básicas e incluso sabiendo dividir por más de una cifra.

No creo que aquel esfuerzo y sacrificio me haya hecho una profesional destacada ni digna del premio Cervantes. Pero no niego que, aquel ejercicio intelectual al que nos obligaba a pesar de nuestras ganas de ser "normales" como los demás, ayudó a inculcarnos que, con esfuerzo, muchas cosas se pueden lograr. Cuando nuestro cansancio y apatía causaba estragos y las lecciones no entraban, mi padre lanzaba una terrible sentencia que, con los años, se ha convertido en el mayor de los tesoros para mí...."si otro puede, tú también puedes".

La verdad es que así, a simple vista, todo está sonando muy riguroso si tenemos en cuenta que eramos solo críos; alguno de los gurús de la pedagogía actual estarán clamando al cielo por lo que cuento y, en cierto modo tienen razón al pensar que aquello era duro. Aunque,  si lo miro desde la perspectiva actual adulta, considero que esta época ha marcado todo mi desarrollo profesional. Muy al contrario de la forma en que se educan ahora a los niños, para nosotros el esfuerzo y el rebasar nuestros propios límites nos hizo fuertes y sin tanto miedos.

Me he enfrentado a muchos retos en mi vida, a muchos "exámenes existenciales", algunos totalmente inesperados, y la primera reacción automática era, sin duda, la de echar el pié hacia atrás, girar sobre los talones y salir huyendo. Sin embargo, como en esas voces en "off" de las películas, aparecía mi padre diciéndome muy serio; "Si otros pueden, tu también podrás".

Con esta bandera asomando de mi mochila empecé a trabajar a la vez que estudiaba, terminé mi carrera, aprendí informática (cuando muchos no daban un duro por el futuro de los ordenadores), me arriesgué a la aventura de dejar mi tierra para buscar nuevas oportunidades en otro sitio e incluso, tuve el valor de sacar de mi vida a personas que mermaban mis posibilidades de crecer. Ya sé que otros han llegado más lejos y más alto....pero creo que mi padre podría estar orgulloso de cómo me he manejado hasta ahora.

Toda esta reflexión viene a cuento de recordar, no solo el pasado ni de dónde vino la fuerza que me movió, sino el darme cuenta de que me he rodeado de personas a las que les estoy dando constantemente el mismo mensaje. Son personas que, en ocasiones, han llegado a mí totalmente conformistas con lo que la existencia les ha dado y creyendo muy sinceramente que, en aquello que constituía sus sueños, no podrían llegar más allá.

Porque suele pasar que, cuando tu miras el camino por recorrer hacia tus metas, éste parece largo, tortuoso y llenos de trolls que te harán desviarte una y otra vez de él...a algunos de mis amigos más queridos los he conocido sentados en una piedra en la cuneta mirando con tristeza y abatimiento la senda que les llevaba hasta sus sueños (salir de una relación tóxica, adquirir habilidades nuevas para crecer, no atreverse a demostrar sus sentimientos a esa persona que les ilusionaba, estar hundidos de un estado emocional de pérdida....).

Muchas guerras se han ganado esgrimiendo el "podemos!", muchas torres se han levantado con mentes que no se pararon en las dificultades sino en las soluciones. ¿Cuantos grandes hombres de las ciencias y del arte reconocen que el instante más importante de su vida fue cuando oyeron de labios de alguien un "tu puedes...ánimo!"?

No importa tu situación actual....tus fuerzas mermadas ni los golpes que la vida te haya regalado, si la meta es asequible y ya has soñado con ella....si casi la tocas con tu corazón, es señal de que podrás alcanzarla si te lo propones. No hay en este mundo droga más estimulante, ni incentivo más poderoso, que esa mirada brillante que acompaña a las palabras de quien mejor te conoce incitándote a que saltes al vacío porque sabe (incluso mejor que tú) que podrás volar.

Dado que no tendré hijos a quién legar la herencia recibida, al menos desearía tener el consuelo de ceder a aquellos que  me han conocido y querido de alguna forma, esa voz "en off" que, en los momentos de duda, les recuerde que "si otros han podido, porqué no van a poder ellos que valen tanto o más?" Si alguna vez han ocupado parte de mi corazón, sus capacidades y aptitudes ya quedan fuera de toda sospecha


One Dream (Sarah McLachlan)

...And you Know that you can make it
You've got the whole world in your hands
And you've spent a lifetime working for this moment
And you are shining
You're all that you wanted to be...









lunes, 23 de junio de 2014

PEDIDO ESPECIAL PARA ESTA NOCHE

Me he quedado dormida como siempre, con las gafas puestas y el libro abierto sobre el pecho. Hace mucho que descubrí el placer de ir tejiendo suavemente la historia que leía con los sueños que ocuparían la primera fase de mis noches...lánguidamente se van metiendo en mi mente hasta que yo me abandono en una somnolencia placentera sin darme ni cuenta.

Se que estoy despierta pero me niego a abrir los ojos porque, lo que más deseo en este mundo, es continuar sintiendo la dulce sensación de estar suspendida en otro mundo...aprieto los párpados y espero tranquilamente volver a caer en la feliz inconsciencia que vivía hace cinco minutos. Me giro de costado aún sabiendo que la gafas me molestarán y terminaré desvelándome del todo para, en un gesto de fastidio, acabar quitándomelas, cerrando el libro y apagando la luz.

Si eso ocurre, la magia habrá desaparecido...el sueño se habrá esfumado y la noche me habrá vencido de nuevo.

Abajo en la playa, la gente está disfrutando de su verbena de San Juan, con sus fuegos artificiales y las hogueras preparadas para quemar en ellas lo que ya no nos sirve o lo que nos trajo dolor durante el año; demasiado ruido para alguien que ama tanto el silencio y la tranquilidad como yo.

Si pudiera evadirme un poco más de la realidad y de las explosiones de la celebración....si hago un esfuerzo podré volar hacia otro lugar?. Decididamente me he desvelado....nada me devolverá al mundo en el que estaba planeando y en el que me sentía tan bien.

Y en ese momento lo noto....un leve roce que aparta el mechón de pelo que cae sobre mi frente, un movimiento casi imperceptible que me quita las gafas y las deja sobre la mesilla junto al libro que contiene la historia de una mujer en llamas....Creo que estoy soñando otra vez; me parece estupendo...me abandonaré de nuevo para ver hasta dónde me lleva.

Sueño que un dedo recorre mi nariz dulcemente...y sigue bajando hasta los labios, rodea suavemente el borde y se recrea en el pliegue de piel que forma la comisura. No puedo evitarlo; me hace cosquillas y sonrío; no está mal para ser parte de una ilusión onírica.

Ese dedo perturbador sigue recorriendo mi rostro, acariciando mi mejillas y regodeándose en la piel suave de mi boca. El juego me está encendiendo y parece más propio de algún experto amante que de mi insulsa imaginación. Ahora baja por el hueco de mi garganta y se recrea en el canal que forman mis pechos....Esto ya no es un sueño; puedo sentirlo perfectamente!

Abro los ojos y estás ahí, con tu mirada socarrona clavada en mí...con una media sonrisa tatuada en tu cara y unas manos calientes con ganas de entrar en acción...eres tú; mi más dulce objeto de deseo. Y has venido a pasar esta noche de brujas conmigo metiéndote en mi cama sin que yo me diera cuenta.

Sin dejarme ni reaccionar, me coges por la cintura y me acercas a tu cuerpo que arde como una antorcha...esa sensación que casi me quema provoca que mi sangre comience a agitarse poco a poco...tu pierna enlazada entre mis muslos....tu pecho presionando el mío...tu aliento en mi boca y nuestros labios a punto de estallar en un frenesí de deseo.

No te preocupes; no me pienso resistir...y espero que tu tampoco lo hagas. Percibo tu intención que crece junto a mi vientre y reprimo un jadeo de excitación cuando me susurras al oído que sobra mucha ropa entre nosotros...Quítala!...atrévete!...a qué esperas?

Hace tiempo que no sentía una piel abrasadora pegada a la mía, ese calor que se transmite por contacto y que hace hervir todo lo que toca; mi sangre ya está en ebullición.., lo puedes notar, verdad?

Pues no te pares ahora....La noche promete una locura de la que no querremos arrepentirnos: queda mucha dermis que explorar y muchos resuellos que no vamos a reprimir. Hoy te voy a pedir más de lo que quizás ninguna mujer te haya pedido nunca. Si esto es el infierno y yo soy tu bruja, el fuego de tu lengua será lo que me haga sentir en casa.

Ahora te recuerdo....fuiste lo que le pedí a la última luna de primavera mientras, rojiza e inmensa, aparecía indolente sobre el mar...son los mismos ojos de color indefinido que deseé, las mismas manos fuertes que quise que me acariciaran...tú eres mi pedido especial de San Juan y tu abrazo sobre mi cintura lo que quería recordar una vez más.

Ahora sentirás el mío, ceñido a ti en mi último éxtasis, mientras mis uñas crispadas sobre tu pecho tratan de no herirte.

No te vayas aún.....queda mucha noche de aquelarre para dos endiablados amantes que nunca tienen bastante... He de amortizar al máximo el regalo de tu presencia y, mientras, agradeceré al destino que haya tomado tan buena nota del pedido especial que hice para esta noche.


She wanted no applause
Just another course
Made a meal out of me and came back for more
Had to cool me down
To take another round
Now I'm back in the ring to take another swing.

Cause the walls were shaking
The earth was quaking
My mind was aching
And we were makin in and you

Shook me all night long



domingo, 8 de junio de 2014

LA PACIENCIA PRODUCTIVA O LA CONVENIENCIA DE GUARDAR EL TERMÓMETRO EN DEL CAJÓN

He sufrido lo que yo denomino el síndrome del corredor dormido y, sinceramente, ya era raro que no me hubiera pasado antes...ésto de levantarse antes de las seis para ver amanecer mientras corro, tenía que terminar pasándome factura tarde o temprano.

Y lo llamo "del corredor dormido" porque, a las cinco y media de la mañana, tu mente ha puesto el automático solo para cepillarte los dientes, ponerte las zapatillas y acordarte de coger las llaves de casa como mucho... para el resto de cosas medianamente importantes aún necesita activarse al 100% tras unos cuantos kilómetros.

En eso andaba yo...en despertar las neuronas mientras dejaba a mi cerebro desarrollar las ordenes precisas para poner en marcha el mecanicismo de la pisada y el de evitar las farolas paradas (porque las que vienen de frente hacia ti a gran velocidad...esas no hay quien las sortee). Lo dicho...iba dormida aún y con el cansancio propio de a quien se le hace eterna la espera hasta el puente festivo siguiente.

Crucé la nacional cuando vi el semáforo en rojo como siempre hago...y pegué las primeras zancadas para alcanzar la acera que va hacia la estación y el paso subterráneo hasta el puerto...Error de cálculo!! en vez de apoyar todo el metatarso sobre el bordillo, me quedé corta e hice todo el apoyo casi en la zona final de los dedos; las zapatillas intentaron evitar en lo que pudieron el desastre, pero el movimiento forzado de mis articulaciones dactilares hacia arriba no presagiaban nada bueno.

Consecuencia?....que tal y como crucé la carretera tuve que "descruzarla" y volverme a casa, sin amanecer, sin activación coronaria, sin dopamina, serotonina, endofinas ni nada de nada..eso sí...despejada del sueño como un búho a las 3 de la mañana!

Como no he ido al médico, aún tengo la esperanza de que no se trate de fracturas o fisuras oseas. Voy a hacer gala de mi positivismo "a patadas" y a concluir que tan solo es una distensión de ligamentos que, con cierto descanso, litros de reflex e inmersiones periódicas del pié en el mini-escenario de Titanic que me monto con cubitos de hielo en el balde de la ropa, en unos días estará perfectamente (o al menos no dolerá tanto).

Así que ahora solo me queda que planificar una dulce paciencia productiva que, como la mayoría de mis "palabros" será necesario explicar para que, si algunos de mis lectores necesitara tirar del concepto en un momento de emergencia, sepa aplicar los principios y leyes que le dan su utilidad.

Hace nada hablé justamente con un amigo sobre ello; se encuentra muy enfadado con la vida porque, al igual que me ocurrió a mi hace unos meses durante la enfermedad de mi padre, el universo parece confabularse contra sus ganas de hacer cosas y le obliga a quedarse en stand-by sin poder avanzar ni para atrás ni para adelante. La dependencia de nuestros mayores hacia nosotros cuando ya tienen ciertas edades, es algo duro para ambas partes, algo que se debe asumir con perspectiva serena y grandes dosis de sentido común (y de paciencia...de eso "a espuertas").

Pero no hablo de la paciencia nerviosa de quien espera que dentro de 5 minutos las cosas cambien...como el aguante del ciudadano que aguarda a que, en las próximas elecciones, la cosa varíe de verdad y aparezca por fin una clase política honrada y con ganas de trabajar con entusiasmo por los "de a pié" (Uyyyyy...me salió sin querer....siento mucho la crítica gratuíta!.). Esa paciencia tiene una vida útil bastante corta...casi como la de un porro de hachís en la puerta de un instituto (...es que lo del caramelo en la puerta de un colegio ha quedado ya desfasado...no?).

A todos nos pasa....en nuestra vida ocurre un imprevisto que, de repente, no nos queda más remedio que barajar; algo incordioso y que no nos aporta mucho valor añadido (o sí....pero eso no lo sabremos hasta el final de la experiencia). No no gusta, no lo hemos buscado...simplemente apareció y no supimos (o quisimos) evitarlo.

Son situaciones que, simplemente, han de pasar con su "tempo" correspondiente y ante las cuales podemos hacer bien poco...tan solo esperar a que transcurran de forma natural....Como esas fastidiosas gripes primaverales que nos anclan en la cama rodeados de un mundo indeseado de paracetamoles, aspirinas y montañas de pañuelos de papel hasta que, el dichoso virus, decida irse por la misma ventana por la que entró.

Cuando estas gripes llegan, solo podemos tener dos aptitudes posibles;....o nos enfadamos con la mutación del virus que el año pasado también nos fastidió la semana de vacaciones,.... o aceptamos que nos quedan unos días de cama que podríamos dedicar a aquellas cosas para las que nunca tenemos tiempo suficiente.

De nada sirve estar mirando el termómetro cada 5 minutos esperando vislumbrar anticipadamente nuestra mejoría; la temperatura bajará cuando el sistema inmunológico decida que ya se ha cargado a los bacilos y gérmenes que nos estaban atacando y las ganas de hibernar  irán pasando poco a poco a medida que nos vayamos encontrando más fuertes (por cierto...sabíais que la palabra gripe deriva de la palabra suizo-alemana "grupi" que significa "acurrucarse"??). Mejor guardar el termómetro en el cajón y utilizar el tiempo en cosas productivas como limpiar el ordenador de ficheros inútiles y desfasados, dar un repaso al inglés oxidado que estamos usando últimamente o leernos el manual de la tele a la que nunca le sacamos el rendimiento que merece.

A mi amigo le queda una temporada de cuidar a su padre con achaques y entradas y salidas más o menos continuas al los servicios de urgencias o al médico de cabecera....Podría haber sorteado la responsabilidad, pero dudo mucho que sea de ese tipo de personas (seguramente se encontrará tan mal eludiendo su deber como hijo, que no podría disfrutar de la liberación conseguida con ello). A mí me quedan días y semanas sin poder ir a soltar adrenalina embutida dentro de mis mallas de running y, aunque sé que la comparación es desmedida, creo que lo más sensato es aceptar que tiene que pasar "sí o sí"  un tiempo en el que debemos poner nuestro motor en punto muerto porque el semáforo se ha puesto en rojo.

Lo que hagamos hasta que la luz cambie a verde debería finalmente dejarnos el sentimiento de que, el tiempo transcurrido, no ha sido estéril o yermo, sino que hemos sabido aprovechar los "stop & go" de  nuestra vida para, porqué no, desarrollar otras facetas y adquirir nuevas habilidades.

Yo, por lo pronto (y más aprovechando el impasse de mi lesión), sigo fomentando mi sensibilidad hacia la música...intentando oír aquello que antes me pasaba desapercibido. No es que vaya por ahí con un audífono en la oreja como otros (que yo me conozco...) van de excursión con una lupa para no perderse detalle...sencillamente me dejo cautivar con las melodías y letras que antes ni apreciaba y que, desde este post, me apetece compartir con vosotros.

Me daría mucha alegría que, como compensación, me hagáis partícipes de vuestras melodías y canciones para descubrir, de algún modo, un poco más aquellos mundos que aún no me habéis mostrado.

Hoy le toca el turno a una canción que se llama somebody that I used to know y cuenta esas circunstancias kafkianas que hacen que, tras el final de una relación sentimental, uno de los protagonistas termina tratando al otro como un perfecto extraño y, cómo la persona que lo sufre, puede sentirse realmente dolido ante esta actitud.

El autor es un europeo afincado en Australia que, en esta versión, canta con la neozelandesa Kimbra y cuyo vídeo es toda una obra artística que merece la pena visualizar. Os dejo, como siempre, un extracto de la letra para que podáis apreciarla mejor:

Now and then I think of when we were together 
like when you said you felt so happy 
you could die 
told myself that you were right for me, 
but felt so lonley in your company 
but that was love and it´s an ache i still remember 

You can get addicted to a certain kind of sadness 
like resignation to the end 
always the end 
So when we found that we could not make sense 
well you said that we would still be friends 
but I´ll admit that I was glad that it was over 

But you didn´t have to cut me off 
make out like it never happend 
and that we were nothing 
and I don´t even need your love 
but you treat me like a streanger 
and that feels so rough













domingo, 25 de mayo de 2014

ESPERANDO TRAS EL ESPEJO

Conversando con un amigo sobre algún que otro viaje con el que pretende secuestrarme desde hace tiempo, le confesaba que no me apetecía mucho la aventura... que aún me sentía detrás del espejo y sin muchas ganas de soltar mi estatus de "cargolina" (Por cierto...mala época para los caracoles que se atrevan a salir a campo abierto ahora; temo mucho terminar mis días ahogada en un vaso de caldo caliente o rebozada con salsas varias).

La gente que me conoce un poco ya ha sufrido mí "talento" para usar palabras y expresiones que manifiestan estados de ánimo de forma poco ortodoxa, pero que, a su vez, definen inequívocamente lo que deseo hacer entender (cómo era aquello? ...arquitecta de las palabras?) Eso sí...cuando lo explico un poco antes, claro!, porque sí no, la tendencia es quedarse a cuadros.

Lo de "cargolina" no es mío, viene por una acusada inercia a quedarme en casa acurrucada,  en vez de salir a "divertirme" y a ocupar mi tiempo en actividades que me despejen un poco la mente tras las duras jornadas de trabajo....sin embargo, no recuerdo bien quién fue el primero en colgarme el tan acertado sambenito (Manel?, Francisco?....). Tan solo hago un inciso en lo de "divertirse" porque, he de confesar que me cuesta mucho entenderlo... para que yo me aburra hace falta muchísimo; es más....no recuerdo haberme aburrido ni de pequeña! (he gastado siempre demasiada curiosidad e imaginación como para que me hubiera alcanzado alguna vez el tedio).

También acuñé el termino "vacaciones de mi misma", que define ese periodo de tiempo que me doy de vez en cuando para desconectar de lo que el mundo quiere que sea y de lo que yo le permito que crea que soy...alguna vez he hablado de ello en otro post.

A mi alfombra del salón la llamo "Laura's Beach" por ser el sitio favorito de la casa en donde soy capaz de permanecer inmóvil y soñando mientras miro al techo durante horas....es un lugar tan mágico para mí que tan solo lo he compartido con personas muy especiales. Quien es invitado a Laura's beach puede tener el orgullo de sentirse dentro de mi corazón (algunos recibieron invitación y no se atrevieron....tengo que reconocer que hay que ser un poco torero para pisar esa arena!).

Y ahora, tras mi dura experiencia de mirar a los ojos a mi padre y sentir como se le iba la vida en mis brazos, he descubierto la forma de expresar una especie de cobardía que estoy padeciendo desde hace unos meses, a través del término "estar esperando tras el espejo".

No es un "amilanamiento" ante la vida en general....sigo viviendo, trabajando y gestionando mi día a día sin ningún tipo de titubeo...sigo deseando volar y me acicalo las alas cada mañana sin perder perspectiva de mis objetivos, anhelos y aprecios....no estoy perdida en la tristeza de los recuerdos o ausencias y ni deseo, para nada, salir del otro lado del espejo en el que, cuan Alicia despistada, entré por casualidad y donde descubrí un maravilloso mundo de "posibles".

Ni mucho menos....no estoy derrotada ni deprimida...es sólo que, en vez de desear correr detrás de ese conejo blanco angustiado que llega tarde a la fiesta de la reina de corazones,....o de pararme a tomar el té con el sombrerero loco,...me apetece quedarme aquí, en esa frontera entre lo que he sido y lo que voy a ser, durante un poco más de tiempo.

Debo reconocer haber descubierto una tierra de nadie que me autoriza cierto descanso o "calma chicha" muy deseable cuando uno navega entre tormentas....es como un paréntesis enorme entre "la aceptación por narices de lo que has tenido que vivir" y ese paso atrás calculado que te permite el impulso que necesitas para seguir diseñando tu vida.

¿Nunca habéis tenido la sensación de que las experiencias, las circunstancias o la vida misma os está empujando continuamente y que, de alguna forma, estáis perdiendo el control de hacia dónde queréis dirigiros?. Cuando ha pasado tiempo y haces un arqueo de caja  resulta que, mientras tu habías soñado ir hacia A, has terminado en Z y ni te has dado cuenta...A veces ni has percibido tu paso por la H, la M o la S; recuerdas vagamente haber estado en la L pero como si hubiera sido un sueño más que una realidad.

A mí, esto me produce cierta desazón ...porque, como le dije a un amigo "justamente lo divertido es el camino", y si a base de que todo te empuje no eres capaz de disfrutarlo, finalmente te termina quedando un amargo regusto a manipulación.

Si, queridos amigos; me he quedado en el marco de la puerta...en ese punto medio en que la perspectiva del espectador no sabrá decidir si entro o si salgo; en esas medias tintas que tanto odian mucho de mis mejores amigos. Pero me da cierta paz de espíritu observar lo que ocurre detrás del cristal con esa sensación reconfortante de que nada puede tocarte...de que pase lo que pase nada te afectará .

A veces lo asemejo a mirar la lluvia fría de otoño desde la ventana de tu habitación dulcemente caldeada; sabes que fuera hará frío y que temblarás cuando las gotas te mojen la cara...pero observando como golpea el cristal descubres que es verdaderamente hermosa.

Yo no lo percibo como una rendición...ni una debilidad de espíritu; no es una caída sino una mirada retrospectiva y curiosa...casi una evaluación personal unida a una declaración de intenciones. Eso sí...parapetada en ese "asilo en sagrado" con el fin de respirar profundamente, entender lo que siento y deseo para evitar convertirme en una piedra. Contemplar las vivencias pasadas que dejaron cicatrices desde esta óptica te revela lo importantes que han sido, a pesar de que el dolor aún te pueda quemar.

Y, en este estadio que "padezco" y en el que me recreo, a parte de observar con atención al otro lado, me ha dado por escuchar muy detenidamente cosas que antes ni percibía. Como consecuencia de ello estoy descubriendo canciones muy buenas con letras interesantes que me gustaría compartir con vosotros. Esta vez os paso "Turn to stone" de Ingrid Michaelson esperando que realmente nunca os convirtáis en piedra esperando detrás del espejo

Espero que la disfrutéis tanto como yo:

Let's take a better look
Beyond a story book
And learn our souls are all we own
Before we turn to stone

Let's go to sleep with clearer heads
And hearts to big to fit our beds
And maybe we won't feel so alone
Before we turn to stone
.........

Know thta I am nothing new
There's so mucht more than me and you
But brother how we must alone
Before we turn to stone




domingo, 11 de mayo de 2014

EL MOMENTO QUE TODO LO CAMBIA

Recuerdo con cierta ternura al que fue objeto de admiración y primer amor en la adolescencia...si echo la vista atrás para repasar los detalles de aquella tormentosa relación (como son todas las primeras relaciones cuando, entre las hormonas en rebelión y el peso de toda una cultura mal inculcada, todo eran dudas, miedos y ganas de ser pioneros a la vez) y puedo prometer que puedo recrear una película a cámara lenta uniendo los diálogos que se dieron en el momento y añadiendo en "off " todos los pensamientos contradictorios que se agolparon en mi mente. 

En mi cabeza no cabía un "noviete", ni pensaba estar preparada para otra cosa que no fuera soñar con príncipes azules inexistentes, salidos de cualquier novela rosa....Mis "chicos" imaginarios, solo me miraban con dulzura mientras yo dormía, y me rescataban de los malentendidos provocados por las arpías compañeras de colegio que no soportaban que yo fuera la más bella del mundo.

De aquella desbordante mentalidad "in pink" salieron bonitos cuentos escritos en manoseadas y tachonadas hojas grapadas con una "bambina", y que mis amigas se iban pasando unas a otras esperando con fruición a que saliera una nueva entrega que devorar.

Él se llamaba José Angel....yo tendría 14 años y era unos meses mayor que yo. Un amigo en común me paró en seco mientras yo corría para no ser atrapada por alguien que me perseguía (mi cuerpo ya no acompañaba con aquella infantilidad con que me involucraba en juegos más propios de niñas 5 años menores que yo...pero yo soy así...nunca he dejado de ser una niña y trato de evitar dejar a "Lauri" atrás por mucho que me lo pidan).

Fuí formalmente presentada, aunque yo no entendía bien porqué aquel chico repeinado y con nariz prominente tenía tanto interés en conocerme. Yo tendí mi mano y el la cogió para darme un beso sobre su dorso....y de repente lo supe....él había entrado en mi vida sin esperar ni siquiera una invitación para meterse en mi corazón.

Solo un gesto...sólo un instante que llamó mi atención hasta comprender que, a partir de aquel momento, nada podría hacer que dejara de pensar en él.

Cuando analizo todas las relaciones sentimentales de mi vida, descubro que en ellas siempre hubo un "tic" especial que desencadenó todos mis sentimientos hacia esa persona....y, lo peor, son instantes que perduran en el tiempo como enmarcados en un cuadro....latentes en mi corazón que vuelve a acelerarse cuando los recrea de nuevo en ciertos momentos de melancolía en que, sin entender muy bien el porqué, echo de menos lo bueno que aquellas personas me dieron.

Son como las primeras pinceladas en un oleo que aún no contiene una historia....el inicio de un cuento que no sabes cómo terminará....un vuelco del corazón que cambia tu forma de mirar a esa persona que quizás llevas viendo durante tanto tiempo. Como si de repente, la luz cambiara y cayera sobre unos ojos que nunca apreciaste que se resignaran durante meses a observarte con un brillo especial....como si esa mano con la que siempre tropiezas al coger la sal de la mesa te produjera una descarga eléctrica, cuando nunca la has tenido en cuenta para nada.

Me gustaría creer que ese momento es común y sincrónico con la otra persona...pero reconozco que nunca lo he preguntado y hasta me cuestiono si es el mejor momento de aclarar estas dudas una vez que las relaciones han terminado.

Aprovecho para lanzar las preguntas al aire y esperar que la brisa de primavera me traiga algunas respuestas; Frank...sentiste ese breve vahído cuando apretaste tu mano sobre mi cintura en aquella atracción de feria?, Marcos...Creíste de verdad que tu vida no tendría sentido cuando lloraste al oírme decir que solo quería tener un hijo sin más implicaciones sentimentales? Peter....realmente era cierto que estabas obsesionado con besarme cuando te pregunté en qué pensabas? Toni....eras franco cuando me decías que no podías dejar de observar mi sonrisa cuando me pediste el número de móvil en aquel tren?... (a mi último amante solo le preguntaría si aquel beso robado en el ascensor fue todo lo sincero que yo deseaba).

Solo quiero apostillar algo...ese instante impreciso, inesperado y decisorio en mi relación sentimental con un hombre, nunca es manipulable, artificioso ni previsible...surge sin más y lo provoca una naturalidad y aleatoriedad que únicamente el destino puede crear....(salvo que yo sea tan tonta y estúpida que cambie trucos manidos de amantes expertos por lo que yo considero señales inequívocas de que esa persona será importante en mi vida...a estas alturas de mi existencia, bueno sería que se me cayeran también estos mitos).

A veces me hago consciente de detalles y momentos "mágicos" que alguien quiere crear para mí con el fin de cambiar mi actitud hacia ellos...hay personas que tratan de provocar con sus gestos y acciones esos "clicks" en mi corazón con toda su buena intención, y a mi me sabe muy mal que no funcionen. Por desgracia (seguramente... incluso desgracia para mí) no tengo la potestad de forzar unos sentimientos que ni puedo, ni deseo controlar.

Sea como fuere, reconozco esperar esa ocasión especial que me ponga la piel de gallina....me apriete el estómago hasta estrujarlo y el corazón parezca que se saldrá por la garganta....las ganas de llorar de emoción y las ganas irrefrenables de besar con pasión unos labios por una palabra dicha sin más...por un ademán que exalte mi alma y me provoque el deseo de un abrazo interminable...o un roce sin intención en mi mano que derrote todas mis defensas.

Y mientras llega...mi más agradecido homenaje a todos los que consiguieron conmoverme con esos momentos que lo cambiaron todo, y a aquellos que  están tratando de buscarse un hueco en mi corazoncito tantas veces herido por amantes que no supieron decir adiós con la cortesía esperada.

Como guinda del pastel, os paso un enlace a una canción bastante antigua que llena mi espíritu desde hace meses...nada espectacular...nada grandioso que vaya a marcar la vida de nadie...simplemente una melodía que no puedo quitarme de la cabeza y que cuenta mucho de lo que siento (a pesar de que no pueda oler ese perfume en la brisa por razones puramente físicas...esta anosmia!!).






"I'm not sure what happened
But it happened so fast
People say love like this can never last
But, what a night
What a night
What a night
I'm still not alright

Oh. you vanished
Like a rainbow
From the horizon of my heart
Left me seaside like a homeless
I pushed my sorrows in the car
Oh, you vahished
Like a shadow
Into de darkness of the seas
Maybe next time, my sweet lover
I'll catch your perfume in the breeze"