Vistas de página en total

martes, 15 de octubre de 2013

A 5 CENTÍMETROS DE TÍ...NO SÉ COMO DECIRTE ADIOS.

Me siento morir nada más imaginar que mi vida, a partir de ahora, no tendrá una banda sonora cascarrabias alentándome a cada segundo de lo malo que puede pasarme....Parece mentira que algo que me angustió tanto de adolescente empiece a echarlo de menos ahora.

Sé que te vas, pero tan propio de ti, ni siquiera me vas a decir cuándo ni cómo...harás lo que tu cuerpo decida hacer y los demás nos acoplaremos a esa voluntad nos guste o no. Me tendrás a la expectativa, nerviosa y sin saber si lo que va a pasar es malo o, por el contrario, será lo mejor que pueda ocurrir dadas las circunstancias.

Supongo que te despedirás de mí...no tolerarías descortesías hacia mi persona, y, en tu último aliento, me dirás que hacer con el fondo de inversión o cómo acceder a ese rincón secreto que un día camuflaste bien en la cochera que se convirtió en la gruta de las maravillas. Si te soy sincera...me fastidiará mucho que tu últimas instrucciones sean algo que ni me interesa...pero lo aceptaré....será tu voluntad decirlo y yo escucharé atenta para olvidar acto seguido.

Esto que pasa no me gusta nada y además no permite rebelión alguna, cosa que me crispa aún más. Has criado y educado a una hija tan combativa como tú...con las ideas tan claras como tú...y con tu mismísima mirada inquisitiva. Dice un amigo que, a mi, no me la da nadie con queso....si supiera de quién heredé esos genes!.

Y lo peor es que ésto está pasando muy rápido; ni siquiera me estás dejando asimilarlo para conformarme después de las nosecuantas fases por las que sería lógico pasar (negación, negociación...cuál era más??..da lo mismo...no tengo tiempo...me voy directamente a la asimilación por narices que es lo que toca!).

Intento mantenerme fría y casi lo consigo; también me has enseñado a eso. Hay una cosa que nunca olvidaré al respecto de mantener la calma y es hora ya que te la cuente...si no lo hago ahora, cuándo te lo podré decir sino?. Recuerdas mi ruptura con mi novio?...recuerdas como llegué a casa deshilvanada y rota...con el corazón en un puño y sin consuelo?. Mamá me dejó en el salón para que me desahogara y tranquilizara un poco; ningún mal dura 100 años así que cuanto antes empezara con los llantos, antes vería la parte positiva de todo.

Entre lágrima y lágrima desconsolada te vi aparecer a ti y, sin decir ni palabra, cogiste el sobre de la declaración de la renta que estaba por terminar y te fuiste a la habitación. Hoy lo rememoro como lo más absurdo que te he visto hacer;  pero creo que puedo asegurar que fue la primera vez que me demostraste, sin tu quererlo, lo mucho que sufrías por mi....tan incoherente te volviste al escuchar mi llanto que, por miedo a no soportarlo, decidiste ocupar tu mente con números.

Habrá mucha gente que diga que fuiste una buena persona pero que nunca supiste decir "te quiero". Yo en cambio me martirizo intentando acordarme si alguna vez te lo dije yo a ti....nunca, verdad?. Igual que lo de la declaración de renta encontramos entre nosotros ese lenguaje universal en que las palabras, si bien son importantes, no son imprescindibles.

Igualmente...déjame decírtelo ahora que estas tan lejos aunque te sienta tan cerca en el alma....Papá, eres un gruñón; pero te quiero muchísimo porque, si alguien me quiere en este mundo, si alguien valora mi tenacidad mi capacidad de mantener la calma aparentemente, si alguien no duda en tenerme a su lado en los momentos difíciles, es porque tu me has enseñado a ser esa persona en quién todos confían.

Lo que más me enrabia de todo ésto es que estás a 1.000 kms de mi lado y no te puedo decir lo perdida que me siento ahora...ni reconocerte lo mucho que he aprendido de ti...ni coger tu mano y explicarte lo muy orgullosa que me siento de ser tu hija....Me tortura saber que estoy lejos de tu dolor cuando lo que quisiera es estar a 5 cms. de tu cama para decirte lo mucho que te voy a echar de menos cuando te vayas.

Vete tranquilo respecto a mí...soy la gran mujer que siempre soñaste que sería, así que puedes estar orgulloso por lo que me has enseñado en esta vida.






sábado, 12 de octubre de 2013

UN ESPEJO PARA EL PATITO FEO

No he sido nunca una mujer demasiado presumida ni de las que se ha parado delante de los escaparates al pasar con el fin de ver si mi aspecto era el ideal. Esta falta de coquetería me hizo sufrir más de un enojo por parte de mi abuela que consideraba que nunca lucía los bonitos vestidos que me cosían,  ni mi pelo permanecía en su sitio después de diez de minutos de dar saltos por ahí divirtiéndome.

También puedo aseverar que los espejos en mi casa no son objetos importantes y que tan solo son usados en su justa medida aunque, de un tiempo a esta parte, yo misma estoy tratando de pulir con fuerza mi alma para poder convertirme en uno bien hermoso y mágico para mis amigos....raro; verdad??...creo que ésto requiere alguna explicación.

En esta sociedad en la que nos ha tocado vivir tendemos a homogenizarnos...a no destacar o a no sentirnos individualizados en una masa donde se nos juzga de forma negativa en la medida en que somos diferentes al conjunto que trata de pensar globalmente para el (supuesto) bien de todos. Por ello tratamos de no sacar los pies del plato, a no ser que nos sintamos lo suficientemente genios como para mostrar nuestra locura creativa sin miedo a la crítica.

¡Malos tiempos éstos para ser feliz si tenemos que aparentar, no solo que somos tan infelices como el resto del mundo, sino incluso un poco más aún para ser así admitidos formalmente en el "rebaño" y merecer la compasión por parte del resto de los individuos que lo componen!.

Y digo lo anterior con total conocimiento de causa por el tiempo que llevo advirtiéndolo entre esos amigos que empiezan a quererme precisamente porque les digo que deben olvidarse un poco de los demás para ser ellos mismos...aunque sea a costa de que el resto del mundo gire sobre sus talones para hacer como que no les ven. 

Pienso que es verdaderamente gratificante que llegue alguien a ponerte una mano sobre el hombro y explicarte que ser particular, como el patio de mi casa, es lo único que nos hace sentirnos bien con nosotros mismos cuando la gente, con la que habitualmente "alternamos", se retira a dormir cada noche sin importarles para nada si tuviste un buen día o si hay alguna pena dentro de tu alma.

¿¿Que qué tiene que ver los espejos en todo esto??...es bien fácil. Lo explicaré con un ejemplo real.

Hay una persona muy especial para mí...alguien que ha pasado malos momentos por alguna de esas circunstancias de la vida que llegan a tus manos sin planearlas y sin poderlas evitar...nada del otro mundo; su caso será tan similar para otros que ni merece la pena explicar el acontecimiento que desencadenó su malestar anímico. Y, como muchos otros, se sintió totalmente colapsado y entristecido durante mucho tiempo debido a la vergüenza de sentirse perdido y derrotado por a algo de los que otros hacen hasta chistes (me viene a la cabeza el de la abuela que se subió al árbol igual que el gato que se murió o el del peor castigo por tener una amante que consiste en tener dos suegras).

Cuando lo conocí era como un fantasma sin espíritu que se levantaba, salía a trabajar, volvía a casa y tras cenar iba a la cama a dormir. A veces dedicaba algo de tiempo a alguna afición con la que jugar y tratar de no pensar pero, a parte de eso, no sabría distinguir a mi amigo de un zombie de película gore de los 80.

Lo observé durante mucho tiempo...analizaba sus conversaciones que a penas relataban nada que cualquier otro de los muchos millones de habitantes de este planeta pudiera contarme...hasta que un día me planté de esos diálogos estándares y le dije poco menos que era tonto. De ahí surgió una amistad muy hermosa y que creo durará muchos años..le zarandeé fuerte para que entendiera que, nada de lo que le había ocurrido era tan grave como para que no pudiera concederse el derecho a intentar volver a ser feliz.

Con paciencia y una caña comencé a hacerle descubrir a la persona que él no podía ver a base de muchos años mimetizado con el "hacer lo que se esperaba de él", "comportarse como debía" y sobre todo "ser fuerte aunque te duela tanto que tengas ganas de gritar". Le expliqué todo aquello que ni él se creía de si mismo...que era alguien con imaginación y recursos, que tenía un tesón envidiable, un afán de superación  y unas ganas de aprender más grandes que él mismo, que lo que creaba era realmente bueno...pero, sobre todo, que tenía un corazón tan inmenso que no merecía estar sufriendo por al incomprensión de los demás.

Y no solo se lo dije...se lo demostraba constantemente haciéndole percibir las reacciones que sus acciones provocaban entre su entorno. Creo que ni el mismo creía que la imagen que yo le ofrecía de su persona y de su alma fuera posible después de tantos años de no recibir reconocimiento por nada de lo que hacía. Es así como me he convertido para él en una especie de objeto mágico que le revela lo bueno que lleva dentro y además le patrocina..

Y si mi amigo está alegre y con ganas de volar, también quiero transformarme en ese, maravilloso país de Alicia que está al otro lado, donde poder disfrutar con completa libertad de mostrarse tal y como se siente...sin miedo a seguir al conejo del reloj que marca la hora del té con el sombrerero loco o a visitar a la reina de corazones en su cumpleaños.

Pero mirando la historia en su trama generalista, en el fondo, lo que más me fastidia es que nadie nos haya explicado en su momento que, en realidad, nacemos con el sagrado deber de convertirnos, para aquellas personas a las que queremos, en esos espejos que reflejan la luz que llevan dentro para que así puedan contemplar lo que ellos no alcanzan a ver en si mismos.








domingo, 6 de octubre de 2013

CÓMO DESCONECTAR DEL REAL LIFE I-PHONIZÁNDONOS

No hace ni una semana que decidí subirme al tren de la técnica que tan recelosamente trataba de evitar considerando, que más que ventajas, iba a provocarme algún que otro dolor de cabeza. Pero, como suelo decir; "quien nace lechón muere cochino" y a mí no es la técnica la que me seduce pero reconozco que la curiosidad sí que me puede.

Llevo ya muchos años oyendo términos como i-tunes, apps, y whatsapp en cada 3 de 5 palabras que surgen en una conversación y no podía evitar pensar que me estaba perdiendo un maravilloso mundo de luces mágicas, de colores increíbles y de sensaciones que seguramente me acercarían al Nirvana. No soy de las que se lanzan de cabeza rápidamente a la primera moda que surge....me lo pienso...medito las ventajas..y después de 5 años pensándomelo...me lo vuelvo a pensar otro ratito.

Pero tenía que reconocer que es un martirio tener que cargar con el portátil a todos sitios para poder estar conectada con asuntos importantes de mi trabajo y de mi vida privada...me sentía como Kung-Fú con el atillo y los zapatos acordonados colgados del hombro. Qué práctico sería llevar la conexión a Internet en un dispositivo tan reducido como un paquete de tabaco....

Así que aprovechando una inesperada herencia (no por defunción, gracias a Dios, sino por obsolescencia técnica) decidí "fusionarme" con Movistar y contratar de una vez por todas el acceso a datos a través del móvil para, acto seguido, acoplar por primera vez mi i-phone al portátil y empezar a disfrutar de ese maravilloso viaje del que todos me hablaban.

Maravilloso no sé...aún no lo he podido comprobar; siento que pasarán los años, me jubilaré, me llevarán al hospital cuando esté a punto de morirme, y aún seguiré peleándome con un dichoso terminal al que me es imposible encontrarle la lógica.

¡¡Con lo fácil que es apretar una tecla y que suene un tono de llamada!!....o oír que suena el móvil y darle al telefonito verde para atender a la persona que trata de ponerse en contacto contigo.

Reconozco que los teléfonos y yo no nos hemos llevado nunca bien del todo; nos soportamos como buenamente podemos y eso lo pueden corroborar todos aquellos amigos, familiares y compañeros que saben con certeza que es más fácil localizarme con tam-tam que a través de una llamada. Pero dentro de la normalidad, las funciones básicas y más necesarias eran muy intuitivas en cualquier teléfono móvil.

I-phonizarme está suponiendo para mí casi como volver a los estudios...como hacer un master o similar. Para empezar lo primero es configurar el terminal...menos mal que un compañero me ayudó porque yo aún podría estar intentando traducir la primera pregunta que aparecía en la pantalla.

Luego, si quieres tener aplicaciones chulas que usar y de las que todo el mundo habla, hay que bajarse al ordenador un programa desde dónde podrás controlarlo todo todo y todo...(seguro que hay hasta una aplicación que me ayude a poner la lavadora desde la oficina....a ver si la encuentro). Ya tengo el runtastic, el YouTube y por supuestísimo...el Whatsap (ojo...pronunciando la "s" silbando mucho...como si fueras una serpiente..de lo contrario no parece que sea el programa de mensajería instantánea gratuita).

Sé que en unas semanas estaré tan domesticada por el bicho que, la sola idea de perderlo o dejarlo olvidado en casa, me aterrará más que un "lopinta" (...ya sabéis...ese animal terrible que da lugar al dicho "no es tan fiero el león como el lopinta"). Por lo pronto tengo que reconocer que el tiempo se me pasa volando investigando cómo hacer lo que llevo años haciendo de forma intuitiva con mi viejo Nokia.

Lo que si tengo claro es que no formaré parte de esa generación que no sabe vivir sin estar conectado; como ese compañero de trabajo que cuando quieres que te atienda en una conversación debes esconderle el i-phone...o esta juventud de ahora que queda en un bar para tomarse algo y, en realidad, lo que hacen es whatsappear juntos sin siquiera hablarse (a veces hasta creo que se mandan whatsapps entre ellos para no molestarse en gastar saliva). A esta práctica que todos hemos observado por poco avispados que seamos, ya ha sido bautizada con el término "Phubbing".

Resulta cuanto menos irónico que, algo que ha sido ideado para conectar a las personas que están lejos, se haya convertido en una maldita herramienta que nos desconecta de las que tenemos cerca.

Yo prefiero seguir perteneciendo a ese mundo de dinosaurios para los que, una agradable conversación mirándose a la cara y recibiendo los imputs anímicos del interlocutor, no es sustituible por ninguna emisión rebotada entre satélites en forma de bits; por muy inmediata, sorprendente y novedosa que ésta parezca...puedo asegurar que seguiré siendo una adicta al "real life" hasta mis últimos días...y si no fuera así, por favor, que alguien me robe el i-phone a tiempo.



Phubbing: Das Smartphone als Kommunikationskiller