Vistas de página en total

martes, 31 de diciembre de 2013

3 X 11 X 61....AGRADECIMIENTO A UN AÑO NO PRIMO

En estos días oigo a muchas personas expresar su deseo de (y lo escribo literalmente) pegar una patada al 2013 por todas las desgracias que le han sobrevenido desde que inauguramos el año hace 365 días.

También es cierto que como llevo las últimas semanas medio recluida en un hospital, es lógico que las personas de dentro no tengan otro deseo que dejar atrás el dolor y la enfermedad que le han traído a este edificio y, como en la mayoría de los casos, no se puede culpar a nadie de la situación, es preferible recriminar a los siniestros últimos dígitos del calendario en que vivimos, como si el pobre número 13 tuviera alguna culpa de la mala fama que se le lleva atribuyendo desde hace siglos.

Como dice mi amigo Alonso...en estos días uno tiende a hacer caja (o balance, que es más apropiado para una contable en uso somo yo) y pasar lista a todo lo vivido para evaluar o poner marquitas a un lado con etiquetas del tipo "bueno" "malo" "regular" y "peor". Supongo que luego es fácil hacer estadísticas para terminar definiendo el año vivido de acuerdo con medias, valores máximos y mínimos o desviaciones estándar o varianzas.

Yo tenía un profesor en Empresariales que contaba siempre la misma anécdota sobre lo que se llama "mentira estadística". Ponía el ejemplo de dos personas que se disponen a comer un pollo y que, el más tragón se lo devora entero mientras que el otro ni lo huele...Estadísticamente cada uno se ha comido de media la mitad del pollo; pero en realidad uno ha necesitado una buena siesta para hacer la digestión y el otro, pobrecito, andará buscando por los armarios algún trozo de pan endurecido que roer como un ratón.

Pues esto mismo aplico yo a las estadísticas sobre mi vida en 2013....cada cosa se debe evaluar individualmente, sin tratar de generalizar todas las vivencias tenidas como si tuvieran que caber en un único traje de domingo...Es más; para mí todos los años son buenos porque en ellos me pasan cosas buenas y con eso la evaluación sobre el tema queda finiquitada.

En una de estas sesiones de "coaching  de andar por casa" que hago yo con quien sabe apreciarlas, un buen amigo me confesó que cuando nos da por simplificar, terminando magnificando más lo negativo que lo positivo...como algo inherente al ser humano...algo así como un acto reflejo impreso en el ADN de las personas.

Tú pregunta a alguien sobre cualquier evento...sobre cualquier experiencia...una fiesta de cumpleaños...un viaje de placer...su relación laboral o lo que sea. Veréis como, después de un "bien" "todo estupendo" etc ...aparece un "pero...." o un "sin embargo...." y, al final de la conversación, terminarás con la sensación que todo ha sido un desastre y que menos mal que a ti no se te ha ocurrido apuntarte a la misma excursión.

Hace unos días me llamó un muy querido amigo para darme ánimos en estos momentos duros que está experimentando mi familia. Podría haberme puesto a llorar con una necesidad razonable de desahogo por todo lo que está pasando...sería humano maldecir la suerte que te ha llevado a vivir estas circunstancias tan dolorosas. Pero no pude menos que decirle lo positivo de la situación y lo claro que veía que, al menos, se me estaba dando tiempo para aceptar el final de la historia y que, tras la experiencia, saldría muy fortalecida; crecería mucho más como persona y todo ello me serviría de mucho en la vida para ver las cosas más claras.

Porque es así; dentro de las nubes oscuras hay una maravillosa cantidad de agua que regará los campos y hará germinar las semillas. Qué necesidad hay de ver tan solo que el sol no brilla??

Yo no tomo uvas de la suerte; no tengo claro que las necesite siquiera....solo pido al año nuevo que me permita seguir viendo las cosas de colores en vez de negras; porque si solo puedo ver lo negro y lo gris, qué sentido tiene esperar un nuevo día al acostarse? (si uno no puede ser positivo por naturaleza...al menos hay que serlo para ser prácticos...no?)

Pues eso...que despido al 2013 con mucho cariño por los felices momentos que he vivido en sus días...alguna escapada con reclusión deseada...alguna salida a tocar madera....350 kms de carrera al borde del mar sonriendo...una auditoría superada con éxito...el atrevimiento de llevar una pluma en el pelo para volar...una comida en buena compañía en el casco antiguo de Gerona...unas lechugas recién cortadas que estaban deliciosas...un nuevo compañero que me pide consejo para montar un negocio...ese socio más bien arisco que no duda en apretar mi hombro en señal de cariño...o la sonrisa de mi padre cuando le digo que le han puesto vodka en el suero.

Nunca he dedicado mis post a nadie en particular aunque algunos habéis podido descubrir entre lineas que estaba pensado en vosotros mientras lo escribía. Permitidme este año dedicarlo a una persona importante en mi vida (cascarrabias y con carácter como yo...todo se hereda) que con toda seguridad no podrá estar conmigo en el balance del año que está a punto de empezar.

Le deseo un dulce y feliz viaje allá donde vaya...y que sea un sitio en el que le guste estar y no eche de menos nada de este mundo.

¡Feliz año positivo a todos!...os deseo de todo corazón que sepáis mirar al cielo y ver los bonitos colores que la vida nos regala.



Por cierto...gracias Alonso por esta foto que te he robado para el post; no he encontrado mejor imagen para expresar este espíritu de cambio y crecimiento constante que llevo dentro (magnífica instantánea....felicidades)








viernes, 27 de diciembre de 2013

EL INIGUALABLE SEÑORÍO DE UNA SULTANA MORA

Llevo meses yendo y viniendo desde mi ciudad actual en el mediterráneo hasta la que constituyó, si no mi cuna, si mi segunda infancia, los primeros besos de amor, mi incubadora profesional y, porqué no confesarlo...las primeras decepciones y fracasos que forjaron el espíritu que con tanto orgullo ahora luzco.

Salí de esta ciudad, como muchas personas, dejando atrás experiencias que, por no elegidas ni deseadas, no se les sabe encontrar el sabor que después uno quiere volver a paladear. Quería salir de este inmenso pueblo por cuyas calles paseaba sin levantar siquiera la mirada para disfrutar de su belleza...quise dejar atrás a la niña aburrida con una existencia predecible para vivir la maravillosa aventura de decidir por mí misma sin dar explicaciones sobre mis actos, independientemente de que la andanza saliera bien o mal.

Y ahora, mirado el cielo limpio de mi Córdoba y el perfil iluminado de esta gran señora que me parece ahora la Mezquita, vuelvo a añorar aquellos paseos entre calles estrechas y empedradas dónde el olor a flores y a historia inundaba el aire al girar en cualquier esquina.

Me parece una ciudad regia...con la altanería y arrogancia merecida por los muchos siglos de cónicas de tolerancia, diversidad y cultura que la marcan como referente trascendental y significativo para aquellas naciones o países afectados por presiones individualistas o colectivistas.

Toco las piedras de sus muchos monumentos y siento que todo el cuerpo tiembla al tomar consciencia de la importancia de esos muros, de lo mucho que han visto y oído...y de lo poco que les he dejado hablarme.

Es realmente hermosa esta ciudad; engalanada siempre de jardines, con patios encalados en donde uno sueña descansar oyendo el murmullo del agua...es de extrañar que tantos poetas y pensadores salieran de esta tierra?. Córdoba es un lugar para sentir...para meditar...para soñar y para dejarse abandonar por la belleza porque si...sin más razón que la contemplación de algo hermoso que nos impregne la piel y el alma hasta lo más profundo de nuestro ser.

Y casualidades de la vida....mato los ratos de vigilia en el hospital despejando la mente con una novela histórica ambientada en la Córdoba morisca del siglo XVI; a veces las coincidencias se alinean en el Universo para perfeccionar estas coyunturas (independientemente de que los momentos vividos actuales los tengamos que catalogar como buenos o menos buenos). Lamento muy mucho que sea ahora, cuando las circunstancias no son las más idóneas para el misticismo y la observación, comience yo a entender su historia y a apreciar verdaderamente el inmenso valor de esta joya de Andalucía.

Miro desde la habitación 1544 el horizonte iluminado de una ciudad radiante y orgullosa de su pasado que no deja de ser esplendida aún cuando la vista sea desde una triste cárcel de sufrimiento y dolor.

Prometo con todo mi corazón que, cuando esta pena pase, volveré una vez más para caminar por estas calles y escuchar el dulce murmullo de su voz de terciopelo además de degustar su intenso sabor a miel y canela.

Con toda mi alma....(ahora más que nunca)...saludos desde el sur.

Felices fiestas 





sábado, 16 de noviembre de 2013

CUÁL ES EL PRECIO DE NUESTRAS ALAS? O EL MIEDO A DECIDIR

Ayer mismo quedé con una muy buena amiga a la que me unió una experiencia laborar tortuosa que, siempre que nos vemos, rememoramos con cierto humor a pesar de lo mucho que nos dolió la cabeza gracias a ella. Le tengo, mas que aprecio, verdadero amor por todo lo que sus palabras me enseñan, ayudan, arropan, y abrazan. 

Me asombra de ella su gran capacidad para tener claras las cosas a la hora de decidir...su imperturbable tranquilidad para ver rápido los porqués de todo y a otear desde fuera del bosque lo que, desde la nariz pegada al árbol, nos está prohibido entender.

Por desgracia me hace comparar su actitud y clarividencia con la de otros amigos, también bienamados, que constantemente te transmiten ese miedo a hacer tortillas por la cantidad de huevos que hay que romper.

Así que, camino de regreso a casa, no pude evitar hacer mis disertaciones sobre esa capacidad donada al ser humano para elegir entre varias opciones y decidir cómo va a ser su existencia a partir de tomar su opción vital.

A mi también me ha pasado...cada vez que tienes que tomar una decisión importante no sabes qué hacer, les das vueltas y más vueltas a las diferentes posibilidades con miedo a cometer un error y pre-visualizando lo peor que podría ocurrir. Así que, de repente, te encuentras estancado, frustrado y sin energías aunque con ganas de tomar la resolución para no alargar más la tortura....sin embargo sigues sin ser capaz de tomarla.

Las razones son bastante simples; por un lado, crees erróneamente que lo que decidas será para siempre...sin camino de vuelta si te equivocas y eso te da un miedo imponderable. O pretendes tomar el mejor camino que te asegure un resultado perfecto. Algunas veces mezclas estas tres cosas con la influencia de lo que otras personas piensan o esperan de ti.

Conclusión; No solo tienes muchas expectativas y presiones sino que encima necesitas saber predecir el futuro...Cuando se mira el bosque desde esta perspectiva se da uno cuenta de lo jocosa que es esta situación que nos paraliza.

Primero....en la mayoría de los casos cambiar de opinión es posible, no tiene por qué ser irrevocable y de por vida....no pasa nada si luego varías de forma de pensar o tienes que arreglarlo. Porque lo importante en sí no es la decisión, sino los resultados de ella...sus repercusiones, y si somos todo coherentes y maduros que debemos, no nos faltarán ideas ni recursos para afrontar esas consecuencias si no son las planeadas. Solo hace falta echar una mirada atrás para contar las veces que ya nos hemos encontrado en una situación no deseada y lo hemos sabido arreglar....lo que sería imperdonable es que, si nos equivocamos, no hagamos nada al respecto salvo lamentarnos.

Segundo....el número de razones que encuentras para hacer algo es inversamente proporcional a las ganas de hacerlo. Lo traduzco; cuando se quiere hacer algo de verdad y se está ilusionado con ello, sobran las razones así que, si te las das o las buscas, es señal de que no estás convencido.

Tercero....Si tienes miedo a tomar una decisión equivocada es porque no eres sincero contigo mismo...tu sabes bien lo que quieres o debes hacer....otra cosa es que quieras hacerlo; pero no confundas el tocino con la velocidad. Y si no crees esta última afirmación, te propongo un experimento.

Toma una moneda y lánzala al aire decidiendo de antemano qué harás si sale cara o cruz. ¿Qué ha salido? ¿Es lo que querías? ¿Cómo te sientes, aliviado o decepcionado? ¿Estás tentado a lanzar la moneda de nuevo a ver si cambia ahora el resultado?....Todos estos indicadores no hacen otra cosa que gritarte desde dentro lo que realmente deseas y esperas. Hazte un favor y escúchate a ti mismo pero, sobre todo, recuerda que no pasa nada si cometes un error (ello te servirá para aprender y mejorar).

Las personas que tienen miedo a decidir terminan dejando que sean otros los que les eximan de tener que asumir la responsabilidad de tomar un camino u otro (seguramente se dicen cosas del tipo "ellos tienen más experiencia"..."ellos saben más que yo"...). Dejan que la tradición decida, que la sociedad decida, que los políticos decidan, que decidan los sacerdotes y la familia...son los demás los que tienen que elegir para así librarse de la carga de las consecuencias.

Ya lo dijo un gran psicólogo que estudió la decidofobia:

Existen dos formas de evitar tomar una determinación: a) permitir que los demás decidan y b) dejar, simplemente, que las circunstancias  te lleven a la deriva a un punto que no hayas tenido que elegir.

Lo malo de tomar esta cobarde actitud es que terminamos sintiendo una honda desazón al ver que nuestra vida está a expensas de las circunstancias...que no tenemos ningún control sobre nuestra existencia y que, vamos y venimos, en función de lo que los dioses, los políticos o la familia tengan a bien desear independientemente de lo que nuestra propia felicidad nos susurre al oído.

Ojo...a veces no es cobardía sino una auténtica incapacidad sobrevenida por una vida de tradiciones que nos han anulado inconscientemente, un afán desmedido de perfeccionismo que nos produce un pánico atroz al fracaso, una obsesiva necesidad de agradar y de quedar bien con todo el mundo sin entender que eso es rotundamente imposible. O, sencillamente, una ceguera que nos evita ver que todo no tiene que ser blanco o negro sino que hay colores intermedios más adecuados a nuestros intereses y deseos

Todo tiene un precio en nuestra biografía....a veces volar es tan fácil como dejar de lado los convencionalismos o tan complicado como concienciarse de que uno es un abejorro que debería dejar de insistir en alimentarse con las flores de Tilo de la zona.

Me guste o no...creo que me va a tocar tomar una decisión importante en mi vida que quizás produzca alivio o decepción a alguien a quien adoro pero, como pasa en el ajedrez, a veces hay que sacrificar la reina para tener opciones reales de ganar la partida finalmente.

En cualquier caso...para aquellos amigos con pánico a tomar decisiones solo les dejo una reflexión; Para hacer tortilla no hay que romper huevos...son solo los cascarones los que hay que quebrar (ahhhhh.....y para nadar y guardar la ropa es indispensable al menos saber nadar; de otra forma la ropa que tratas de guardar solo te va a servir de mortaja cuando te hayas ahogado).








martes, 15 de octubre de 2013

A 5 CENTÍMETROS DE TÍ...NO SÉ COMO DECIRTE ADIOS.

Me siento morir nada más imaginar que mi vida, a partir de ahora, no tendrá una banda sonora cascarrabias alentándome a cada segundo de lo malo que puede pasarme....Parece mentira que algo que me angustió tanto de adolescente empiece a echarlo de menos ahora.

Sé que te vas, pero tan propio de ti, ni siquiera me vas a decir cuándo ni cómo...harás lo que tu cuerpo decida hacer y los demás nos acoplaremos a esa voluntad nos guste o no. Me tendrás a la expectativa, nerviosa y sin saber si lo que va a pasar es malo o, por el contrario, será lo mejor que pueda ocurrir dadas las circunstancias.

Supongo que te despedirás de mí...no tolerarías descortesías hacia mi persona, y, en tu último aliento, me dirás que hacer con el fondo de inversión o cómo acceder a ese rincón secreto que un día camuflaste bien en la cochera que se convirtió en la gruta de las maravillas. Si te soy sincera...me fastidiará mucho que tu últimas instrucciones sean algo que ni me interesa...pero lo aceptaré....será tu voluntad decirlo y yo escucharé atenta para olvidar acto seguido.

Esto que pasa no me gusta nada y además no permite rebelión alguna, cosa que me crispa aún más. Has criado y educado a una hija tan combativa como tú...con las ideas tan claras como tú...y con tu mismísima mirada inquisitiva. Dice un amigo que, a mi, no me la da nadie con queso....si supiera de quién heredé esos genes!.

Y lo peor es que ésto está pasando muy rápido; ni siquiera me estás dejando asimilarlo para conformarme después de las nosecuantas fases por las que sería lógico pasar (negación, negociación...cuál era más??..da lo mismo...no tengo tiempo...me voy directamente a la asimilación por narices que es lo que toca!).

Intento mantenerme fría y casi lo consigo; también me has enseñado a eso. Hay una cosa que nunca olvidaré al respecto de mantener la calma y es hora ya que te la cuente...si no lo hago ahora, cuándo te lo podré decir sino?. Recuerdas mi ruptura con mi novio?...recuerdas como llegué a casa deshilvanada y rota...con el corazón en un puño y sin consuelo?. Mamá me dejó en el salón para que me desahogara y tranquilizara un poco; ningún mal dura 100 años así que cuanto antes empezara con los llantos, antes vería la parte positiva de todo.

Entre lágrima y lágrima desconsolada te vi aparecer a ti y, sin decir ni palabra, cogiste el sobre de la declaración de la renta que estaba por terminar y te fuiste a la habitación. Hoy lo rememoro como lo más absurdo que te he visto hacer;  pero creo que puedo asegurar que fue la primera vez que me demostraste, sin tu quererlo, lo mucho que sufrías por mi....tan incoherente te volviste al escuchar mi llanto que, por miedo a no soportarlo, decidiste ocupar tu mente con números.

Habrá mucha gente que diga que fuiste una buena persona pero que nunca supiste decir "te quiero". Yo en cambio me martirizo intentando acordarme si alguna vez te lo dije yo a ti....nunca, verdad?. Igual que lo de la declaración de renta encontramos entre nosotros ese lenguaje universal en que las palabras, si bien son importantes, no son imprescindibles.

Igualmente...déjame decírtelo ahora que estas tan lejos aunque te sienta tan cerca en el alma....Papá, eres un gruñón; pero te quiero muchísimo porque, si alguien me quiere en este mundo, si alguien valora mi tenacidad mi capacidad de mantener la calma aparentemente, si alguien no duda en tenerme a su lado en los momentos difíciles, es porque tu me has enseñado a ser esa persona en quién todos confían.

Lo que más me enrabia de todo ésto es que estás a 1.000 kms de mi lado y no te puedo decir lo perdida que me siento ahora...ni reconocerte lo mucho que he aprendido de ti...ni coger tu mano y explicarte lo muy orgullosa que me siento de ser tu hija....Me tortura saber que estoy lejos de tu dolor cuando lo que quisiera es estar a 5 cms. de tu cama para decirte lo mucho que te voy a echar de menos cuando te vayas.

Vete tranquilo respecto a mí...soy la gran mujer que siempre soñaste que sería, así que puedes estar orgulloso por lo que me has enseñado en esta vida.






sábado, 12 de octubre de 2013

UN ESPEJO PARA EL PATITO FEO

No he sido nunca una mujer demasiado presumida ni de las que se ha parado delante de los escaparates al pasar con el fin de ver si mi aspecto era el ideal. Esta falta de coquetería me hizo sufrir más de un enojo por parte de mi abuela que consideraba que nunca lucía los bonitos vestidos que me cosían,  ni mi pelo permanecía en su sitio después de diez de minutos de dar saltos por ahí divirtiéndome.

También puedo aseverar que los espejos en mi casa no son objetos importantes y que tan solo son usados en su justa medida aunque, de un tiempo a esta parte, yo misma estoy tratando de pulir con fuerza mi alma para poder convertirme en uno bien hermoso y mágico para mis amigos....raro; verdad??...creo que ésto requiere alguna explicación.

En esta sociedad en la que nos ha tocado vivir tendemos a homogenizarnos...a no destacar o a no sentirnos individualizados en una masa donde se nos juzga de forma negativa en la medida en que somos diferentes al conjunto que trata de pensar globalmente para el (supuesto) bien de todos. Por ello tratamos de no sacar los pies del plato, a no ser que nos sintamos lo suficientemente genios como para mostrar nuestra locura creativa sin miedo a la crítica.

¡Malos tiempos éstos para ser feliz si tenemos que aparentar, no solo que somos tan infelices como el resto del mundo, sino incluso un poco más aún para ser así admitidos formalmente en el "rebaño" y merecer la compasión por parte del resto de los individuos que lo componen!.

Y digo lo anterior con total conocimiento de causa por el tiempo que llevo advirtiéndolo entre esos amigos que empiezan a quererme precisamente porque les digo que deben olvidarse un poco de los demás para ser ellos mismos...aunque sea a costa de que el resto del mundo gire sobre sus talones para hacer como que no les ven. 

Pienso que es verdaderamente gratificante que llegue alguien a ponerte una mano sobre el hombro y explicarte que ser particular, como el patio de mi casa, es lo único que nos hace sentirnos bien con nosotros mismos cuando la gente, con la que habitualmente "alternamos", se retira a dormir cada noche sin importarles para nada si tuviste un buen día o si hay alguna pena dentro de tu alma.

¿¿Que qué tiene que ver los espejos en todo esto??...es bien fácil. Lo explicaré con un ejemplo real.

Hay una persona muy especial para mí...alguien que ha pasado malos momentos por alguna de esas circunstancias de la vida que llegan a tus manos sin planearlas y sin poderlas evitar...nada del otro mundo; su caso será tan similar para otros que ni merece la pena explicar el acontecimiento que desencadenó su malestar anímico. Y, como muchos otros, se sintió totalmente colapsado y entristecido durante mucho tiempo debido a la vergüenza de sentirse perdido y derrotado por a algo de los que otros hacen hasta chistes (me viene a la cabeza el de la abuela que se subió al árbol igual que el gato que se murió o el del peor castigo por tener una amante que consiste en tener dos suegras).

Cuando lo conocí era como un fantasma sin espíritu que se levantaba, salía a trabajar, volvía a casa y tras cenar iba a la cama a dormir. A veces dedicaba algo de tiempo a alguna afición con la que jugar y tratar de no pensar pero, a parte de eso, no sabría distinguir a mi amigo de un zombie de película gore de los 80.

Lo observé durante mucho tiempo...analizaba sus conversaciones que a penas relataban nada que cualquier otro de los muchos millones de habitantes de este planeta pudiera contarme...hasta que un día me planté de esos diálogos estándares y le dije poco menos que era tonto. De ahí surgió una amistad muy hermosa y que creo durará muchos años..le zarandeé fuerte para que entendiera que, nada de lo que le había ocurrido era tan grave como para que no pudiera concederse el derecho a intentar volver a ser feliz.

Con paciencia y una caña comencé a hacerle descubrir a la persona que él no podía ver a base de muchos años mimetizado con el "hacer lo que se esperaba de él", "comportarse como debía" y sobre todo "ser fuerte aunque te duela tanto que tengas ganas de gritar". Le expliqué todo aquello que ni él se creía de si mismo...que era alguien con imaginación y recursos, que tenía un tesón envidiable, un afán de superación  y unas ganas de aprender más grandes que él mismo, que lo que creaba era realmente bueno...pero, sobre todo, que tenía un corazón tan inmenso que no merecía estar sufriendo por al incomprensión de los demás.

Y no solo se lo dije...se lo demostraba constantemente haciéndole percibir las reacciones que sus acciones provocaban entre su entorno. Creo que ni el mismo creía que la imagen que yo le ofrecía de su persona y de su alma fuera posible después de tantos años de no recibir reconocimiento por nada de lo que hacía. Es así como me he convertido para él en una especie de objeto mágico que le revela lo bueno que lleva dentro y además le patrocina..

Y si mi amigo está alegre y con ganas de volar, también quiero transformarme en ese, maravilloso país de Alicia que está al otro lado, donde poder disfrutar con completa libertad de mostrarse tal y como se siente...sin miedo a seguir al conejo del reloj que marca la hora del té con el sombrerero loco o a visitar a la reina de corazones en su cumpleaños.

Pero mirando la historia en su trama generalista, en el fondo, lo que más me fastidia es que nadie nos haya explicado en su momento que, en realidad, nacemos con el sagrado deber de convertirnos, para aquellas personas a las que queremos, en esos espejos que reflejan la luz que llevan dentro para que así puedan contemplar lo que ellos no alcanzan a ver en si mismos.








domingo, 6 de octubre de 2013

CÓMO DESCONECTAR DEL REAL LIFE I-PHONIZÁNDONOS

No hace ni una semana que decidí subirme al tren de la técnica que tan recelosamente trataba de evitar considerando, que más que ventajas, iba a provocarme algún que otro dolor de cabeza. Pero, como suelo decir; "quien nace lechón muere cochino" y a mí no es la técnica la que me seduce pero reconozco que la curiosidad sí que me puede.

Llevo ya muchos años oyendo términos como i-tunes, apps, y whatsapp en cada 3 de 5 palabras que surgen en una conversación y no podía evitar pensar que me estaba perdiendo un maravilloso mundo de luces mágicas, de colores increíbles y de sensaciones que seguramente me acercarían al Nirvana. No soy de las que se lanzan de cabeza rápidamente a la primera moda que surge....me lo pienso...medito las ventajas..y después de 5 años pensándomelo...me lo vuelvo a pensar otro ratito.

Pero tenía que reconocer que es un martirio tener que cargar con el portátil a todos sitios para poder estar conectada con asuntos importantes de mi trabajo y de mi vida privada...me sentía como Kung-Fú con el atillo y los zapatos acordonados colgados del hombro. Qué práctico sería llevar la conexión a Internet en un dispositivo tan reducido como un paquete de tabaco....

Así que aprovechando una inesperada herencia (no por defunción, gracias a Dios, sino por obsolescencia técnica) decidí "fusionarme" con Movistar y contratar de una vez por todas el acceso a datos a través del móvil para, acto seguido, acoplar por primera vez mi i-phone al portátil y empezar a disfrutar de ese maravilloso viaje del que todos me hablaban.

Maravilloso no sé...aún no lo he podido comprobar; siento que pasarán los años, me jubilaré, me llevarán al hospital cuando esté a punto de morirme, y aún seguiré peleándome con un dichoso terminal al que me es imposible encontrarle la lógica.

¡¡Con lo fácil que es apretar una tecla y que suene un tono de llamada!!....o oír que suena el móvil y darle al telefonito verde para atender a la persona que trata de ponerse en contacto contigo.

Reconozco que los teléfonos y yo no nos hemos llevado nunca bien del todo; nos soportamos como buenamente podemos y eso lo pueden corroborar todos aquellos amigos, familiares y compañeros que saben con certeza que es más fácil localizarme con tam-tam que a través de una llamada. Pero dentro de la normalidad, las funciones básicas y más necesarias eran muy intuitivas en cualquier teléfono móvil.

I-phonizarme está suponiendo para mí casi como volver a los estudios...como hacer un master o similar. Para empezar lo primero es configurar el terminal...menos mal que un compañero me ayudó porque yo aún podría estar intentando traducir la primera pregunta que aparecía en la pantalla.

Luego, si quieres tener aplicaciones chulas que usar y de las que todo el mundo habla, hay que bajarse al ordenador un programa desde dónde podrás controlarlo todo todo y todo...(seguro que hay hasta una aplicación que me ayude a poner la lavadora desde la oficina....a ver si la encuentro). Ya tengo el runtastic, el YouTube y por supuestísimo...el Whatsap (ojo...pronunciando la "s" silbando mucho...como si fueras una serpiente..de lo contrario no parece que sea el programa de mensajería instantánea gratuita).

Sé que en unas semanas estaré tan domesticada por el bicho que, la sola idea de perderlo o dejarlo olvidado en casa, me aterrará más que un "lopinta" (...ya sabéis...ese animal terrible que da lugar al dicho "no es tan fiero el león como el lopinta"). Por lo pronto tengo que reconocer que el tiempo se me pasa volando investigando cómo hacer lo que llevo años haciendo de forma intuitiva con mi viejo Nokia.

Lo que si tengo claro es que no formaré parte de esa generación que no sabe vivir sin estar conectado; como ese compañero de trabajo que cuando quieres que te atienda en una conversación debes esconderle el i-phone...o esta juventud de ahora que queda en un bar para tomarse algo y, en realidad, lo que hacen es whatsappear juntos sin siquiera hablarse (a veces hasta creo que se mandan whatsapps entre ellos para no molestarse en gastar saliva). A esta práctica que todos hemos observado por poco avispados que seamos, ya ha sido bautizada con el término "Phubbing".

Resulta cuanto menos irónico que, algo que ha sido ideado para conectar a las personas que están lejos, se haya convertido en una maldita herramienta que nos desconecta de las que tenemos cerca.

Yo prefiero seguir perteneciendo a ese mundo de dinosaurios para los que, una agradable conversación mirándose a la cara y recibiendo los imputs anímicos del interlocutor, no es sustituible por ninguna emisión rebotada entre satélites en forma de bits; por muy inmediata, sorprendente y novedosa que ésta parezca...puedo asegurar que seguiré siendo una adicta al "real life" hasta mis últimos días...y si no fuera así, por favor, que alguien me robe el i-phone a tiempo.



Phubbing: Das Smartphone als Kommunikationskiller


miércoles, 11 de septiembre de 2013

GRANDES EXPERIENCIAS AL AMANECER....CAMINAR, TROTAR, CORRER

Me resulta curioso que, tras revisar lo posteado durante tantos meses, en pocas ocasiones o ninguna haya hablado de una afición que trato de "gestionar" desde hace 2 años y que se ha convertido en una de las mayores satisfacciones de mi vida desde que la descubrí.

Sucede al amanecer, antes incluso de que el sol  tan siquiera haya emergido de ese mar que lo encuadra desde la ventana de mi habitación y, si soy sincera conmigo misma, es de las pocas cosas que consiguen emocionarme sin la intervención de otra persona (...lo siento mucho Pol, pero no hablo de sexo solitario).

Quizás nunca he hablado de ello porque me parece imposible describir las sensaciones que me produce de una forma tan clara e intensa para que los que no compartís este hobby podáis entenderlo. 

Hoy me he levantado y he tratado de imaginar mi vida sin esa actividad y ni siquiera he conseguido proyectarla. Así que he decidido hacer un gran esfuerzo y tratar de explicaros cómo me siento cuando, tras sacudirme de la piel mi pereza innata, decido saltar de la cama, encasquetarme las zapatillas de deporte, ajustarme el pulsómetro y embutirme en unas mallas ya desgastadas pero cómodas,  para sentirme libre.... para olvidarme durante un tiempo hasta de quién soy.

Normalmente la sesión comienza antes de las 7 de la mañana (en verano incluso antes de las 6) pisando una acera oscura y sin tránsito (a veces me da sensación de que el Ayuntamiento las recoge por la noche y las vuelve a poner por la mañana) y haciéndome una importante pregunta que nunca tiene respuesta...."¿qué leches hago yo aquí con lo bien que se está en la cama a estas horas?".....pero si hasta los de la basura me miran preocupados!. Evidentemente...mi mente hace como quien no oye bien la pregunta....ni le hace caso....es tan inteligente que sabe bien que en un rato conoceré la respuesta.

En menos de 5 minutos estoy al lado del mar...mirando la arena y un horizonte azul que tiene el don de dejar tu mente vacía de absurdas cuestiones y que comienza a introducir en tu alma una sensación de plenitud difícil de explicar. Yo, que soy de tierra adentro, veo casi como un milagro esta transformación que se produce en tu existenccia al vivir al lado del mar....¿realmente sería capaz de sobrevivir ahora lejos de ésto?.

Mis piernas se dejan llevar por el movimiento...camino deprisa...casi noto como la sangre bombea con fuerza las venas y arterias que las hacen fuertes; la respiración aún tranquila, se convierte en profunda y gratificante porque sientes que tus pulmones reciben aire fresco y renovado...qué gran placer para los que vivimos en una ciudad!.

Al poco, mi corazón me susurra al oído que necesita más..que tiene sed de emociones y que esa cadencia de latido empieza a ser aburrida para quien lo que desea realmente es volar...activo el reloj que medirá mi esfuerzo de hoy y mis pies se van tras un trote suave y sereno que acelera ligeramente el pulso y permite a mi piel sentir, con más rotundidad aún,  la brisa fresca de la mañana.

A estas alturas veo despuntar en el horizonte un destello de luz rojizo que me anuncia el alba y me invade un deseo de llegar hasta él para fundirme en su reflejo renovador; en mis oídos una música suena a un ritmo constante y monótono que, sin necesidad de adaptación consciente, marcan la zancada de mis pies. Mientras el sol continúa desnudándose sobre el mar para atravesar con sus destellos cualquier negro pensamiento de mi mente.

El resplandor inunda con un sentimiento de felicidad indescriptible todo mi cuerpo y toda mi alma...me siento inmortal...me siento indestructible y poderosa....casi podría llorar con esta pasión que me ha invadido por completo y que ha dado velocidad a mis piernas...¿mis piernas?....ya ni son parte de mí...mi cerebro, mi alma y mi cuerpo son tres entes separados y unidos tan solo por un brevísimo hilo de Ariannna que me mantiene atada, inexplicablemente, a un mundo real del que deseo escapar por completo.

Seguro que mi corazón físico me ruge constantemente protestando por el esfuerzo que le estoy imprimiendo....pero creo que lo hace con la "boca pequeña"....hasta él se siente feliz con esta actividad tan maravillosa que la adrenalina le está forzando a realizar. 

Pero todo lo bueno llega a un final...y tras una larga carrera las piernas y el corazón te insinúan que deberías de parar ya...siempre es bueno escuchar a tu cuerpo, aunque fastidie porque tu te lo estás pasando de fábula. Es mejor darle la razón y no abusar.

Y paras poco a poco..suavemente para que la inercia no te fastidie el momento de éxtasis que está a punto de aparecer....vuelta al trote sutil y delicado...y seguidamente un caminar rápido para parar en tu "esquina para estiramientos"

En este momento es cuando, la droga que tanto anhelas, te inyecta en el cerebro una dosis de dopamina que te hace sentir como si fueras un Dios....las piernas protestan por el cansancio...los músculos te gritan que han sufrido innecesariamente... pero la química del cerebro los calla con su cuota de recompensa. Pocas cosas en mi vida me han han dado tanta euforia como ese estado posterior a la carrera (vale, Pol...el sexo entraría en la misma categoría...te lo reconozco...)

El resultado es una mente vacía de grises y negros....parecida a un cuaderno de hojas blancas para estrenar...me siento preparada para sumergirme en el mundo que me toque hoy...para capear con positividad cualquier cosa que llueva del cielo durante el día...y me susurro para adentro...."buenos días, mundo...hoy te voy a comer a mordiscos!!"

Creo que no soy la única que "sufre" esta oleada de delirio al correr...veo a caras conocidas y habituales cada mañana con la misma expresión de "evadidos" de la realidad para renovarse con una buena carrera.

Y lo mejor...comienzo a ser aceptada por el "gremio" produciéndome un gran placer el ser saludada por ellos con una sonrisa, un gesto discreto de su mano al cruzarse o esa leve inclinación de cabeza a modo de "feliz carrera y buenos días"....No es una religión; pero siendo sincera con lo que siento...creo que debería de serlo.

No soy la mejor coach del mundo...ni una gran motivadora...pero creed lo que os digo; el día que lo probéis y lo institucionalicéis en vuestra vida no podréis vivir sin ello.










jueves, 5 de septiembre de 2013

EL FINAL DEL VERANO O LA OBLIGACION DE RESCATAR EL DESPERTADOR

Los de mi generación (año más o año menos) al leer el título de esta entrada, habrán comenzado a oír en su interior a Manolo y a Ramón en un tono, entre lacrimógeno y desesperado, evocando las primeras nubes que surcan un cielo aún azul y a un millón de sentimientos que se quedaron en stand-by al borde del mar tras largos paseos con pies descalzos sobre arena mojada.

Todos los años pasa lo mismo....hemos vivido durante días y semanas en un bonito sueño que sabíamos que no se prolongaría mucho más, pero que, a base de no ver su final de forma inmediata, terminamos creyendo que al fin sería duradero a pesar de lo que la razón nos vociferaba a grito pelado. Hemos llegado, no solo a desear, sino a confiar en que, esta vida veraniega de "dolce far niente", de languidez en las siestas y de mirar un cielo despejado y luminoso, podría haber llegado esta vez para quedarse para siempre.

Pero la primera tormenta de Septiembre llega tarde o temprano....preparar la ropa que debes llevar a la oficina al día siguiente...desempolvar los papeles que te trajiste para echar una ojeada por si te aburrías demasiado.... o volver a conectar la alarma del despertador, se convierten en esa pesada y triste tarea que una noche de domingo te tienes plantear realizar a pesar de que tu mente lo ha intentado postergar durante horas.

Te has levantado casi angustiado ese mismo día, con plena conciencia de que ese será la última jornada de absoluto dominio de tu voluntad en mucho tiempo..siendo positivos sabes que pasarán unos 11 meses hasta que vuelvas a sentir en tus pies el cosquilleo propio de esas tremendas ganas de volar libre y sin lastre bajo un sol radiante que todo parece inspirar y encender. Te planteas aprovechar el día al máximo haciendo por última vez todo aquello que te ha dado tanta satisfacción durante el periodo estival...pero somos consecuentes con nosotros mismos; ya sabemos que eso es imposible...este día pasará de forma gris y estática mientras nuestra mente prácticamente ocupará todo el tiempo con recuerdos en vez de acciones.

Es un día de reflexiones...de enumerar y de evocar todas aquella cosas que debiste hacer para que ese periodo de tiempo fuera aún más intenso...en las pérdidas tontas de minutos decidiendo entre sorbete o helado...entre playa al amanecer o quedarte ronroneando en la cama hasta tarde...eligiendo entre viajar a un país muy lejano o visitar el barrio de al lado que estaba en fiestas. 

Decía un gran sabio que, cuando intentamos retener la arena en la mano, a medida que la cerramos con fuerza para que no se escape, con más rapidez se fugará entre nuestros dedos...que para retener algo que queremos es mejor abrir la mano y dejar que ésta abarque solo lo que sus dimensiones pueden detener juntando con fuerza los dedos. 

La experiencia me dice que, aprietes con fuerza o dejes la mano relajada...la tierra se termina deslizando entre cualquier hueco lo suficientemente grande para que quepa un grano. Al final nuestro destino es entender que la arena no se puede mantener "in eternum" sobre tu piel a no ser que tengas ésta mojada....y, en este caso, tan solo la podrás retener un instante más de lo normal.

El verano se va....a veces dura unas semanas...otras dura desde el 9 de septiembre hasta el 23 de Junio del año siguiente...en ocasiones hasta me han durado 8 años dulces....otra una eternidad desesperante que en términos de tiempo real solo se extendían horas. Porque, igual que todo lo que nos pasa muy por dentro, el tiempo llega a ser muy relativo...acortándose hasta los nanosegundos cuando se está gozando...o alargándose hasta infinitud cuando nuestro corazón sufre en la nostalgia y los deseos no satisfechos.

Pero lo que si he constatado es que, a medida que los años vividos van sumando arrugas alrededor de mis ojos, el estío se acorta gradualmente. Quizás esta sensación me la provoca una trampa de la memoria que me hace percibir los veranos de la infancia como interminables y llenos de miles de fechorías conseguidas...de besos furtivos tras una esquina solitaria o de millones de risas sonoras guardadas en el fondo del alma.

Ya ha pasado....y lo voy a echar mucho de menos durante bastante tiempo; recordaré con melancolía las miradas lánguidas y perdidas entre las rendijas de la ventana abierta...o como mis pies descalzos pisaban el suelo de madera de la habitación sin acordarme siquiera de que existían los zapatos. Pasarán meses hasta que deje de morderme los labios recordando el placentero sabor a sal que queda en ellos al salir del mar.

La verdad es que un verano dura lo que dura y, por desgracia, esta máxima es innegociable por mucho que esta vez hubiera deseado alargarlo, como mínimo,  un par de siglos más.








domingo, 25 de agosto de 2013

TRASTOS EN EL FONDO DE NUESTROS ARMARIOS DE APRECIOS

Durante este retiro del mundo que estoy haciendo, he querido aprovechar el tiempo, no solo en gratificantes lecturas y en meditaciones aún más valiosas, sino en hacer limpieza general de algunos rincones de casa que, a base de ir relegando cada fin de semana  su mantenimiento en pos de mejores cosas que hacer, se estaban convirtiendo en auténticas selvas de desorden.

Empecé por lo sencillito y más cuidado para evitar que los primeros esfuerzos me hicieran desistir de ir un poco más allá cada día hasta que todo el trabajo estuviera acabado correctamente. Pero tarde o temprano le tenía que tocar a esas auténticas habitaciones de trastos en las que ya no queda más remedio que hacer, como dice el gobierno, una verdadera reestructuración profunda de todo lo que hay dentro (espero que el resultado final dentro de mi casa sea, cuanto menos, más efectiva e inmediata).

Llevo 3 días dedicándole unas 4-5 horas a mi cocina y parece mentira la cantidad de trastos inútiles que pueden llegar a caber dentro de unos cuantos armarios y cajones. Estoy por montar un baratillo con todas aquellas cosas que, compradas por simple capricho, a lo sumo, han sido usadas un par de veces que yo recuerde.

Mientras sacaba y clasificaba tanto "gadget" superfluo empecé a pensar en esas "amistades trastos" que muchos llegamos a tener y de las que no nos terminamos de desprender nunca en un "por si acaso" y que terminamos arrinconando al fondo de nuestros propios armarios de los apegos.

Me vino a la cabeza Rafa y su don para concatenar palabras tan grandilocuentes que nadie era capaz de seguirle la conversación durante más de 10 minutos sin caer en presa de un derrame cerebral por el esfuerzo mental realizado. También me acordé de Martínez, antiguo COE (Cuerpo Especial de Operaciones para los que no hayan hecho la mili) que, tras algunos años comiendo saltamontes y collejas en el monte en el que los dejaban perdidos, su mente se quedó "pillada" e incapaz de contener sus impulsos emocionales más básicos...debías estar siempre midiendo las palabras y el gesto para que no interpretara ningún tipo de agresión verbal porque entonces, o te sacabas del bolso el chaleco blindado de emergencia, o te volvías a casa con la mala leche de un legionario cabreado.

Olga y su artificial glamour subido a tacones de más de 15 cms, Susana y su estúpida obsesión por vivir en los mundos de Yupi a pesar de los palos amorosos que le daba la vida continuamente, a Roberto con ese afán de no quedar mal con nadie a costa de fastidiar a todos.

De todos ellos sólo puedo enumerar una característica común que les ha hecho mantenerlos en mi mente clasificados en el apartado de "amigos"...y es que todos, absolutamente todos, eran más o menos buenas personas a pesar de sus particularidades (llamémosles rarezas) y que, con todos, he compartido algunos momentos que han quedado catalogados en mi recuerdo como buenos.

Pero, como dijo un gran AMIGO (esta vez con mayúsculas, en cursiva y negrita...y no le pongo acento para que el corrector automático de texto no me ponga nerviosa mientras escribo), que tiene mucho de filósofo; tendemos a confundir la amistad con la inercia y a acumular "amistades trasto" solo por el hecho de que, mientras haya espacio en los armarios, normalmente se guardan "por si las moscas"....eso sí...en un rinconcito para que no estorben.

Todo surge en situaciones en la que conocemos a algunas personas, se comparte algún momento puntual y la cosa no sale mal del todo...se repite unas cuantas veces y, cuando acuerdas, se ha convertido en un hábito estar con ellas mientras las circunstancias sean favorables a mantener dicha costumbre. Pasan los años y de repente las denominas "amistades" aunque entiendas que, cuando llegan épocas duras y sin extrañarte lo más mínimo, se van de vacaciones, el trabajo no les permite llamarte o se les pone muy enferma la suegra.

Pero lo cierto es que, si tienes penas y dolores del alma, jamás se te ocurre acudir a ellos...y, por el contrario, si la vida de regala momentos de auténtica felicidad que deseas celebrar, nunca los llamas para compartirlos. Poco a poco se van arrinconando aún más al fondo del mueble....porque lo que llega nuevo, si bien no sabes catalogar aún su calidad, al menos si es novedoso y con posibilidades futuras.

Ya de por sí, cuando tienes auténticos amigos, muchas veces recibes decepciones y desengaños en pago a tu amistad. Son cosas que asumes porque todos somos inseguros o equívocos y, a veces, fallamos cuando más se nos necesita. ¿Cuantas veces hemos salido a defender los intereses de alguien muy apreciado para demostrarle todo nuestro afecto y, como respuesta, has encontrado, no un abrazo y un "eres de lo mejor", sino tibieza o, incluso, un " no te metas dónde no te llaman"?. Tambien es que quizás confundimos la amistad con la tutela de un niño sin capacidad de razonamiento, cuando, reconozcámoslo, somos ya grandecitos para pedir las cosas cuando se necesitan.

De cualquier modo, sería un buen ejercicio para todos mantener el feeling de las buenas amistades verdaderas, a pesar de las meteduras de pata usuales y de fácil absolución, y hacer limpieza de interiores de vez en cuando;......hacer como yo.....abrir las puertas, mirar lo que has ido guardando y que no sirve, y hacer espacio a esas nuevas personas que tratan de buscarse un huequecito en tu vida porque te aprecian de veras esperando no acabar, con el tiempo, en ese fondo de difícil acceso en donde termina todo lo vano e inútil.




lunes, 19 de agosto de 2013

PATROCINAME, POR FAVOR

Se me ha ocurrido la feliz idea de empezar a interesarme un poco más profundamente por el mundo "coaching" con la esperanza de que, todos esos amigos que dicen tenerme como coacher desde que me conocen, puedan hablar sobre mis peroratas con un poco con más fundamento al respecto.

Hoy justamente he estado indagando sobre una función importante de todo buen entrenador que consiste en hacer aflorar de forma patente esos talentos, cualidades y virtudes que están dentro de ti de una forma tan natural que ni tu mismo las reconoces. Esta función se llama PATROCINIO y es una de las acciones que distingue a un buen coach profesional de un vendedor de humo.

¿No os ha pasado alguna vez que de repente alguien ha valorado positivamente vuestra forma de hacer determinada cosa y os habéis quedado sorprendidos por ello ya que nunca pensabais que eso fuera importante?. ¡Pues no va a ser que mi capacidad de escucha y empatía es ahora una de mis cualidades más envidiadas!.

Normalmente se trata de aptitudes o capacidades que hemos desarrollado sin siquiera potenciarlas, en unos casos,....o ejercitándolas "ex professo", en un afán por no ser menos que los demás, o simplemente de "no dar la nota". Como quiera que fuera el nacimiento del retoño, el caso es que existen dentro de nosotros formando parte importante de nuestra natural personalidad y, seguramente, las estamos usando a diario para resolver situaciones, cuanto menos, de forma airosa.

Dándole vueltas al tema y buscando ejemplos que ilustraran el concepto de patrocinio, he recopilado entre mis amistades algunos interesantes que quiero compartir hoy.

Hay quien tiene el don de la tozudez....llueva o truene, caiga granizo o se derritan las neuronas por un sol de justicia, si en su mente está que debe hacer algo porque así lo ha decidido, no te preocupes, que lo hará. Y ésto, que en un principio suena hasta despectivo, no es sino una magnifica cualidad para el trabajo en equipo ya que, si acuerdas con esta persona alguna acción en concreto de la que dependa tu trabajo (o incluso tu vida), puedes confiar tranquilamente en que esa acción se llevará a cabo en el tiempo estipulado.

Otras personas son los reyes del conformismo, las he visto en situaciones duras de la vida e incluso en coyunturas personales realmente indignantes y de su boca solo ha salido un tímido "es lo que hay!". Reconozco que, a veces, me han sacado un poco de mis casillas teniendo en cuenta lo "inconformista" que soy yo por principio. Pero he de reconocer, que tener ante la vida esta actitud en que se mantiene siempre la calma, es algo que en ocasiones he necesitado yo en dosis considerables....otro gallo me hubiera cantado de haber tenido esta santa paciencia.

En contraposición a estos amigos...tengo al que siempre anda enfadado con la vida porque no es justa y se pelea como gato panza arriba con ella. Son "culillos de mal asiento" que están continuamente haciendo cosas nuevas y solucionando lo que ellos llaman desaguisados que hay que "aguisar a patadas si toca". Estos casos también me ponen un poco de los nervios; son los típicos amigos que te dicen que están en Nerja y cuando acuerdas te llaman para preguntarte si te vas con ellos a Noruega porque en el Mediterráneo hacía mucho calor. Sin embargo, son personas que siempre están creciendo a todos los niveles, experimentando, aprendiendo, sin esas ataduras sociales y culturales que nos anclan demasiadas veces a la silla de lo monótono con tal de no arriesgarnos a nada.

Estoy contando estas dotes de forma algo negativa y no parece que les esté elogiando precisamente...pero lo hago así porque, en el fondo, estas grandes cualidades de mis amigos, nunca han sido valoradas de forma efectiva por razonamientos negativos como los que yo he expresado....A mis amigos, seguramente no les han dicho nunca lo preciado de sus aptitudes y actitudes innatas...muy al contrario les han llamado "cabezotas", "pachorras" e "inconstantes". Toda su vida han vivido con esos calificativos colgados a la espalda sin que nadie les haya dicho nunca que, más que defectos, son virtudes valiosas de la que deberían estar orgullosos.

Hoy quiero patrocinar a mis amigos para demostrarles que, gracias a su forma de ser y a sus méritos intrínsecos, yo soy hoy mejor persona....me empujan a arriesgarme con cosas que desconozco, me enseñan a tener ese punto de conformidad ante lo que no puedo cambiar, y me demuestran que cuando tengo un objetivo en mi mente, la tenacidad es la herramienta que garantiza en gran parte su logro. Son los eslabones fuertes en mi cadena vital y en la de muchos que no se atreven por ahora ni a confesarlo.

Soy consciente de que en nuestra existencia necesitamos que nos digan de vez en cuando que somos importantes, que tenemos mucho que aportar a la vida de los que nos rodean, que lo que hacemos es valioso y que, en definitiva...somos realmente preciosos para los que, de alguna forma, comparten con nosotros un "ratito" de vida.

Con ello aumentamos nuestra seguridad en nosotros mismos, crecen nuestras ganas de plantearnos retos personales que no solo nos benefician a nosotros, sentimos que contamos para otros y que lo que hacemos tiene una repercusión positiva en nuestro entorno.

Ojalá  comprendiéramos de una vez que existe, una especie de magia de las palabras simplemente bien dichas, capaz de aflorar al exterior todo nuestro potencial escondido. Y que esa magia no se gasta con su uso (¿alguien con ganas de ser mi espónsor hoy?...prometo no defraudar!)





sábado, 17 de agosto de 2013

EL VALOR REAL DE LA VERDAD

Como a muchos de vosotros, cuando era pequeña mis padres no paraban de explicarme la importancia de decir siempre la verdad, importancia que nunca he terminado bien de entender y que, en plena posesión de mis facultades mentales (o eso sospecho cada vez más...), creo incluso poder afirmar que no es tan consistente.

A los hechos me remito....Quién no recuerda a su padre/madre mostrándole un dedo índice delante de los ojos acompañado de una frase del tipo "si me mientes, los reyes magos no te traerán regalos estas Navidades"?....Curioso, no? Te exigían sinceridad apoyándose justamente en una mentira que mantuvieron durante mucho tiempo hasta que, el vecino del quinto, con mucho misterio y teatratalidad, te soltó un buen día que quienes realmente te traían los juguetes eran los mismos padres. La decepción era tan rotunda que ni te parabas a echarles en cara a papá y a mamá que te hubiera estado mintiendo tantos años.

Pero tu seguías creciendo una vez superado el trauma y olvidaste lo obvio del caso...eso sí...Te metieron a clases de catequesis para hacer la primera comunión. Y allí tuviste ración doble sobre la transcendencia de ser siempre franco con todo el mundo y evitar mentir con el fin de evitarte un castigo u obtener un premio inmerecido (aquí se pasó directamente del chantaje con los Reyes Magos a meterte el miedo en el cuerpo con el calor que ibas a pasar en el infierno).

Sin embargo eran tus padres los primeros en pedirte que, en la visita que le hacías a la tía Luisa, ni se te ocurriera contarle "ésto" o "aquello" para evitar que se enfadara o, en el mejor de los caso, para que no se apuntara al viaje a la playa y le fastidiara las vacaciones a todo el mundo....Vamos; con eso mis padres se ganaban 1.000 puntos más y  bonus extras en la partida!

Llegamos a la adolescencia.....un día, te encontrabas esa mirada paternal con ganas de explicarte los grandes misterios de la vida respecto a la sexualidad humana para, por fin, aclarar tus dudas sobre lo que estaba pasando con tu cuerpo (que, últimamente, parecía más de otro que tuyo por esas reacciones tan rarírimas que tenía).

Podría escribirse un gran best-seller con todo lo que nos contaron..desde lo de abejita y las flores..hasta el gran milagro de la concepción que podía ser posible casi con un beso subido de tono al chico/chica que te gustaba. Así llegamos a ciertas edades con una empanada mental que, a muchos, hasta le ha imposibilitado para toda la vida aceptar el sexo como algo natural y hermoso.

Por eso me pregunto la razón de tanta hipocresía...porqué vendernos motos que no tienen ni ruedas ni motor con lo fácil que sería decirnos que son simples trineos?

He llegado a mi propia conclusión al respecto; creo que todo ésto no es si no una manipulación más que hemos sufrido a lo largo de nuestra existencia para hacer más fácil la vida a los que nos sermoneaban con el valor de la franqueza; Qué pasaba cuando les mentías?...pues, simplemente que los despistabas y no te tenían controlado....Y qué pasaba cuando no te controlaban?...que dependiendo de la calidad de la educación que te hubieran dado (educación real..no la reglada) les terminaba doliendo la cabeza a ellos teniéndote que sacar de algún lío (había que anticiparse todo lo posible para evitar el lío).

Lo triste es que llegamos a nuestra madurez arrastrando el lastre del valor hipócrita de la verdad y nos duele hasta en el alma tener que recurrir a las "mentirijillas" para alcanzar nuestras metas personales. Nos han machacado tanto con lo preciado de lograr las cosas merecidamente sin recurrir a estas estratagemas que, muchas veces, nos quedamos apenados por no conseguir lo que deseábamos, eso sí, pero con la conciencia frustradamente tranquilísima.

Tengo un amigo que me cuenta que tiene sueños hermosos que le gustaría hacer realidad; que ha llegado a una edad en su vida en que se siente acreedor de ellos y que, ahora, su experiencia y madurez le permite intentar al menos alcanzarlos. Pero está atado de píes y manos por los convencionalismos sociales....por la familia que no entiende sus deseos...por los amigos que, seguramente por pura envidia, no pararán de arengarle cansinamente hasta que desista (me juego la cabeza a que tanta sinceridad fraternal no es sino para evitar que otro consiga lo que uno mismo desea y no se atreve a intentar siquiera) y en su ambiente laboral, su jefe no deja pasar la ocasión para recordarle que, a ojos del resto del mundo, lo que él quiere no es ni correcto anhelarlo.

Yo, en mi oficio de abogada del diablo, propongo el siguiente análisis;...Si cuando eras más joven no pudiste plantearte ese reto porque los que te rodeaban decidieron ser egoístas y chantajearte con valores que no eran reales...porqué no romper los lazos falsos que te unen a la "santa dignidad" de la verdad y lanzarte al vacío de tus "sueños por conseguir" ahora que te sientes con fuerzas y sabrás disfrutar del camino? Qué razón moral te impide usar lo que siempre han usado contra tí para frenar tu libre albedrío si con ello se puede ser feliz sin dañar a nadie?

¿En qué mesa de reparto entregaron los derechos a mentir sin que nadie nos avisara para, al menos, poder decidir si a nosotros nos interesaba usarlos también? Ahora que soy capaz aceptar con cierta melancolía todo las posibles vivencias que se perdieron en aras de la franqueza, he decidido no dudar en sacar mi mejor máscara de actriz si es la verdad la que se interpone entre mi felicidad y yo. 

No sé que hará finalmente mi amigo...pero lo que si tengo claro es que el infierno que nos vendieron está en este mundo, y que seguramente sentirás dolorosamente su fuego cuando, un día, des cuenta a tu alma de los sueños que quedaron en el bolsillo por no usar todos los recursos que las circunstancias pusieron en tu camino.

Mentiras piadosas

sábado, 10 de agosto de 2013

EL ARCO IRIS DE LAS SONRISAS SINCERAS

En esta semana, por ser la última de trabajo antes de mis añoradas vacaciones laborales, decidí darme el gusto de salir un poco antes del trabajo y dar un pequeño paseo para sacudirme las responsabilidades de mi puesto e ir soñando con lo que serán estas 3 semanas de relax exclusivas para mí cuerpo y para mi alma.

Viviendo a más de 30 kms desde dónde ejerzo mi profesión no me puedo permitir eso de "hoy me voy caminando a casa" por lo que, lo más que puedo hacer, es olvidarme de la estación de tren más cercana y tratar de ir a la anterior o posterior para hacer algo de ejercicio en un paseo que no me extenúe.

Así, pues, he estado yendo desde la oficina a Sants durante 4 días seguidos y, dos de ellos, con chaparrón estival incluido. Y no penséis que ha sido mala suerte; si supierais cuánto me gusta desde pequeña caminar bajo la lluvia, más bien diríais que la caminata ha estado aderezadas con gratas sorpresas para disfrutarlas aún más.

El jueves en concreto, se dieron esas circunstancias naturales que tanto me gustan...una ciudad con mucha temperatura por el asfalto recalentado debido a la constante fricción de neumáticos, la humedad bochornosa de unas nubes que no tapan el sol pero que, grises y oscuras, anuncian lluvia...y, además, el sol de las 8 de la tarde que, sin quemar, no deja de hacernos buscar un poco de sombra que nos alivie.

Y, en este cuadro escénico tan ordinario, aparecen las primeras gotas de un agua celestial; escasas, pesadas y refrescantes....como grandes notas musicales de fondo que acompañan un Nocturno de Chopin o un Adagio de Albinoni.

De repente en el cielo se dibuja un hermoso arco iris perfecto...claro...rotundo; como un regalo de Navidad entregado por un Santa Claus despistado que adelanta su visita y que a todos nos llena de sorpresa.

Es curioso que un fenómeno tan normal y que todos conocemos tan bien, nos haga pararnos en seco para contemplarlo como si el summun de los milagros fuera . Íbamos por la calle y todos nos deteníamos para disfrutarlo con una sonrisa de esas que sale del alma...de repente no existían las prisas...los semáforos en verde ya no importaban y, los pocos paraguas previsores, no tenían inconveniente ninguno en cerrarse mudos ante tan hermoso espectáculo.

Había gente haciendo fotos con su móvil y muchos abuelos señalando hacia el cielo para enseñar a sus nietos una de esas escasas cosas auténticas de verdad y que nunca podrán comprar por mucho dinero que ganen en un futuro.

Yo también saqué mi cámara y sonreí abiertamente como hacían todos...miraba a los ojos de la gente que tenía esa misma expresión de felicidad en la cara y sentía que algo mágico nos estaba conectando a pesar de no conocernos de nada.

Una señora mayor se paró junto a mí para visualizarlo desde mi misma posición y me dijo "mira que es maco,  oi?" (mira que es majo, eh?)...y a mi me entraron ganas de abrazar a aquella señora y darle dos besos de lo bien que me sentía!!

Y le he estado dando vueltas a esa explosión eufórica que provocan las cosas sencillas....he hecho una lista con estos hechos que me hacen sentirme feliz cuando suceden y, da la casualidad, de que todos ellos, corresponden a cosas que, simplemente, ocurren sin que yo pueda ejercer (en la mayoría de los casos) ningún control para que se produzcan.

Una de ellas, tal y como estoy contando, es ver un arco iris (Arc de Sant Martí en esta tierra). Además, cuando descubro uno en el cielo, no puedo dejar de recordar un antiguo cuento irlandés en el que, si lo seguías hasta dónde tocara tierra, encontrarías una gran marmita llena de monedas de oro que unos duendes traviesos tenían escondida allí...me termino prometiendo a mi misma que un día buscaré yo mi tesoro al final de arco iris.

Otra cosa que me hace sentirme genial son las mariposas...los que me conocéis un poco ya sabéis que tengo cierta obsesión con estos lepidopteros y que pocas cosas me hacen más feliz que recibir una foto de una de ellas llena de colores tan brillantes y con esa elegancia especial para volar. Me hipnotizan sus alas hechas de unas etéreas escamas, como de seda, que les da su color y...... me fascina la metamorfosis continua de su existencia...(en este aspecto, yo quiero ser mariposa siempre)

La tercera son la pompas de jabón.....aún con mi edad, ver que alguien juega a lanzar al aire estas burbujas densas que se quedan suspendidas con esa iridiscencia  y liviandad, me hace abrir los ojos como platos y detener en seco mi caminar como si clavara frenos hasta el fondo. A veces, viendo esos espectáculos de circo en los que un experto hace verdaderas obras de arte con ellas, hasta he llegado a llorar de pura alegría y emoción.

Una muy común a casi todos los que se precien de tener alma, es ver a un niño reír.....Hay en este mundo algo más genuino, hermoso y contagioso que la carcajada espontanea de un crío???...Son tan maravillosas que la alegría va más allá de su boca y eres capaz de ver la risa en sus ojos.

Evidentemente hay más cosas que me hacen extasiarme de felicidad...el sonido de los cascabeles...un "te quiero" verdadero...el abrazo demoledor de mi madre cuando me ve.... el amanecer desde el espigón del puerto.... la brisa fresca matinal salpicada de espuma de mar cuando paseo por la orilla......Y cada una de ellas se ha convertido en esa "aspirina" que alivia mi dolor cuando las cosas pesan demasiado para cargarlas sobre el alma durante mucho tiempo.

Creo que todos tendríamos que tener en nuestro botiquín, ,a modo de recordatorio (como si de un listado de teléfonos de urgencia se tratara), una relación de cosas que disparan nuestras sonrisas sinceras..nuestras emociones más positivas,  para buscar rápidamente nuestra dosis sanadora cuando el desánimo y la tristeza nos enfermen la alegría.

Y yo (con toda la humildad de mi pretensión), deseo con todo mi corazón convertirme en uno de esos "provocadores de alegría" que engendran arcos iris en los cielos nublados y grises de las tristezas mis amigos...Como decía el principito de Saint-Exupéry, quisiera poder regalar montones de pequeños cascabeles que sepan hacer reir.


martes, 30 de julio de 2013

GANAS DE TOCARTE (II). PAREDES EN COLOR MALVA

Sentada en el el alféizar de la ventana, oliendo los sonidos de la noche y mirando los sabores de una nueva ilusión, el alma me quemaba al saberte lejos y encarcelado. Te imaginaba mirando la misma luna que yo trataba de tocar y, mi absurda lógica, me decía que estábamos juntos si nuestra distancia hacia su luz era la misma desde tu lado del espejo que del mío.

Freddie Mercury me insistía en que el día comenzaría con cordura, pero mi desesperación iba más allá de tipos de mágia y de miradas doradas... así que empecé a diseñar un salto a la realidad en forma de mordisco que me permitiera comprobar tu verdadera hambre de mí.

Cuánto riesgo para mi salud mental; cuántas dudas sobre expresiones interpretadas desde la conciencia de una mujer descolocada que no se creía ni bella ni especial. ¿Habría entendido bien el idioma de tus palabras? ¿o en cambio quedaría como una tonta enamoradiza que solo escucha lo que quiere oír?

Tomé un sorbo de del brebaje absoluto de la inconsciencia y del atrevimiento e hice una maleta más absurda aún, llena de cosas que quería enseñarte antes de que me vieras; la piel de una mujer valiente y segura de lo que era, la mirada divertida de una niña que corre detrás de un conejo con reloj y los labios dulces de una amiga si miedo a mostrar su interior.

Así superé mi miedo a volar alto y me transporté bien arriba en el cielo para, al cabo de muchas horas, aterrizar suavemente en aquel palacio efímero que sería nuestra prisión durante unos cuantos días.

La guardiana del calabozo me vio bajar la escaleras y me nombró en voz alta, anunciando a los presentes que me disponía a entrar en el salón donde, atento y vigilante, tu andabas mirando todos los rostros femeninos con la esperanza de poder reconocer mi alma. Y en ese mismo momento, nuestras miradas quedaron enganchadas para siempre...tus ojos de mar interior y mis pupilas de tierra mojada por la lluvia no pudieron dejar de mirarse nunca más.

Tocaste mi anillo mágico mientras hablamos...tan solo para comprobar que mis manos temblaban debido a esa mezcla de miedo e ilusión de la que están rellenas todas las primeras veces...Tan solo conversamos....¿De qué versaba nuestra cháchara?...si tuviera que salvar mi alma a cambio de recordar únicamente una sola palabra de ella, seguro que terminaría condenada.

-Tengo las paredes pintadas de malva...es uno de mis colores favoritos- Vaya incoherente sentencia soltó mi nerviosismo....pero decidiste acompañarme a mirar esa tonalidad que tanto me gustaba porque, realmente, era lo que estabas deseando hacer desde hacía media hora.

Y mientras subíamos hasta nuestra celda,...sin esperarlo ni creer que alguna vez sucedería, un ladrón de corazones robó de mis labios un beso, matando así cualquier traza de sensatez que tuviera  aún el poder de hacerme huir de aquella locura.

Al llegar, te quedaste observando el purpúreo resplandor de la luz del día sobre las paredes pintadas de nuestra habitación; te acercaste a la ventana para, acto seguido, abrazarme tan fuerte que hubiera podido quedar atrapada dentro de tu pecho y de tu alma.

Fue hermosa aquella mañana de septiembre...de esas radiantes que quedan preñadas de felicidad e ilusión, dejando tatuadas sonrisas en mi cara y mis dedos impregnados  para siempre de unas maravillosas ganas de tocarte.


domingo, 28 de julio de 2013

HISTORIA DE UNA DESCOLOCADA (I). CABALLO TROTÓN

Te encontré por casualidad en un mundo irreal....lleno de posibles e incongruencias...descolocada en un tablero en que se jugaba a damas y yo pretendía ser alguna pieza más parecida a una reina...o al menos una torre enrocada; cualquier cosa menos un peón sin posibilidad de avanzar.

Y una pregunta apareció en forma de ventana emergente....¿descolocada por qué?.

¿Cómo resumir en una frase 8 años de despropósitos e ilusiones diáfanas que se esfumaron como aroma de lilas en verano?....¿Cómo explicar que me sentía dolida y sin saber de dónde me había venido el golpe?....¿Qué decir si lo único que necesitaba es que alguien me contara un cuento para descansar mi mente y no pensar?.

Y de repente....no supe que decir; el egoísmo que me empujó a buscar un alma amiga, me dolió más que el desamor....No quiero usar a nadie como me han usado a mí.

Entonces tus dedos aparecieron acariciando palabras suaves, soplando frases de ánimo y comprensiones, mandándome encriptados abrazos de ternura y aliento....me sentí rodeada por tus ojos de ese color extraño que parece salido de un mar proveniente de tierra adentro. Me dejé mecer en tu recatadas palabras dulces y tranquilas sin saber siquiera todo el desasosiego y dudas que escondían en color rojo bajo la tínta verde que emanaban.

¿Tu nombre?...¿qué importaba?...¿Antonio?....No me importaba tu nombre y aún ahora no es importante saber cómo te llaman los demás si a una de mis sonrisa en los labios apareces para hacerme feliz. 

Tardaste años en contarme tu secreto....de abrir ese arca de madera que tan celosamente cerraste con llave para que yo no supiera que precisamente, aquello que yo no entendía, tu lo estabas haciendo sin entender. Hasta que poco a poco...sin que tu mismo te percibieras de ello, encontré una forma de tocar tu alma y de robar con tu consentimiento, la clave para abrir tu corazón.

Caballero de armadura oxidada que creyó conveniente no explicarme su desazón por no enfrentarme de nuevo a mis fantasmas e inseguridades.....¡Cuánto me has enseñado enemigo de presentes y celebraciones! ¡Cuánto aprendo de ti cada día que te escapas de tu vida de reclusión para darme lo que llevas dentro!.

Se bien que, igual que apareciste en mi vida sin esperarlo, un día desapareceras...y me dejarás sumida en un amarga alegría por haberte conocido....en tristes recuerdos de mucho compartido y aprendido cuando aun queda tanto que caminar por el mismo sendero.....¿Cómo decirte que no quiero que desparezcas de mi vida?...que no creo que tu prisión nos evite la libertad de volar desde la distancia a base de pequeños bocados de realidad?

No me despiertes aún...déjame soñar un poco más en algo que es porque nosotros lo hacemos posible....Buenas noches Caballo Trotón!








VIAJE A MI INTERIOR O VACACIONES DE UNA MISMA

Llevo semanas paralizada por un cansancio físico e intelectual que me ha arrancado desde las zapatillas de running hasta la capacidad de reinventar las situaciones más negativas para crear sabrosas tortillas a base de darles una y otra vez la vuelta. Mi ritmo de vida ordenadamente desordenado me esta pasando factura y busco con anhelo la llegada de las programadas vacaciones laborales para hacer un reset necesario con el fin de recuperarme a mi misma.

Todos los años dedico un par de semanas a hacer vacaciones de mi misma....desconectar absolutamente de todo lo que no sea vital para mi existencia y recobrar el dialogo interno con mi "yo sabio"; ese que me mira caminando desde unos metros atrás y va diciéndome si voy a pisar un charco o si, por el contrario, voy por la carretera correcta que me llevará a dónde quiero.

El año pasado tuve un volcán de emociones personales que me impidió esas vacaciones....me las plantee igualmente, pero mi ritmo cardíaco y mi nerviosismo ante una situación sentimental no esperada, me hizo replantearme si, en realidad, iban a ser correctamente aprovechadas....porque lo principal para este tiempo de "reflesh" es sentir tranquilidad y no una erupción volcánica llena de altibajos anímicos.

Reconozco que pensar en este recogimiento interior me da miedo y me hace dar un paso hacia atrás por el temor de enfrentarme al mejor coach que tenemos; nosotros mismos..... a una voz segura y de tonos dulces pero contundentes, que no puedes dejar de oír por mucho que lo que te esté diciendo no sea todo lo agradable que uno quiere.

Los inicios en este retiro son duros...más duros de lo que nadie pueda imaginar. Pero cuando has sacado el pasaje de ida sabes bien que será el mejor viaje que puedes planificar,  aunque te encuentres con tormentas, aguaceros, nevadas y caídas existenciales duras en un mar intempestivo y en un barco en el que el único pasajero y tripulante eres tú.

Pero es pisar la escalerilla de abordaje y las piernas empiezan a temblar...En este crucero no hay buffet libre, ni un sobrecargo amable que te redirigirá a tu camarote si te has equivocado de cubierta.  En este viaje...o te orientas tu solito o duermes al raso mientras caen chuzos de punta.

Recuerdo haber pasado días sin poder dormir ni comer tratando de dar fin a un solo pensamiento trascendental y de ponerme a llorar durante horas de puro agotamiento emocional antes de perdonarme a mi misma los errores cometidos o por tener que aceptar la renuncia a algo querido y valioso de mi vida porque es lo mejor para mi crecimiento personal y para mi salud anímica.

No...no son vacaciones en el Caribe precisamente....pero este tipo de "veraneos" han construido esto que soy ahora y que mis amigos tanto valoran en mí; positivismo, capacidad de ver más allá de lo inmediato, generosidad, imaginación y ganas de cambiar los caminos marcados para descubrir nuevos paisajes escondidos.

Para este veraneo llevo poco equipaje...mis pies desnudos para andar cómoda por el parquet de mi casa y la alfombra de mi salón...un pequeño cuaderno dónde anotar mis pensamientos más íntimos, un buen libro de crecimiento personal, algo de zumo de fruta natural y muchos paseos al amanecer respirando profundamente el aire sin sonidos de una ciudad que aún duerme.

En mi mp3 habrá muchos nocturnos, muchos adagios, mucho Mozart y algo de Mike Oldfield (vaya mezcla!!....) para luego, conforme me vaya acercando al puerto de retorno (volveré...eso es seguro) , añadir poco a poco una música que vaya adaptándome de nuevo al "real world" de mi vida física.

Perderé de vista a los amigos que me alegran mi día a día; bichitos encantadores, buenos días y buenas noches ilustrados con bonitas y divertidas imágenes, amenos diálogos sobre la eyaculación precoz de los mosquitos en el tubo fluorescente y grandes filosofadas sobre lo humano y divino o sobre la cuadratura del círculo....dejaré a mis coachees sin guía espiritual hasta mi vuelta (realmente no me necesitáis....y lo sabéis!) y esas personas, a las que tanto estoy unida a nivel emocional, me notarán algo cambiada a mi regreso.

Mi avatar virtual quedará en stand-by durante unos días y confieso que me costará mucho no entreabrir la puerta un poco para ver si se me echa de menos o si, como dice un amigo, tu nivel de popularidad es directamente proporcional a la cantidad de mails que mandas para ser contestados. 

En este viaje me desprenderé de pieles muertas del rostro por tomar el sol sin protección, de durezas en los pies a base de caminar sobre piedras sin el calzado adecuado, y de dolores de alma por no asimilar las circunstancias que aparecen tan deprisa como inesperadamente...tiempo de silencio externo y de muchas conversaciones por dentro...tantas que habrá que hacer un esfuerzo inicial para ordenarlas coherentemente. Será un trayecto hacia mis miedos para quebrarlos y convertirlos en grandes oportunidades disfrazadas con ropas luminosas que solo yo sabré descoser. 

Quiero irme mayor, como mis muchos años de peso en la espalda y volver niña de mirada ilusionada y con ganas de comerse el mundo a mordisquitos o de saborear los presentes mordiéndome divertida el labio inferior por aguantar una sonrisa traviesa. Siento no poder invitar a nadie a acompañarme es este crucero...pero prometo escribir sobre la parte "narrable" de la travesía.

Que nadie sufra...cuando falte poco para el viaje os invitaré a un buen post de despedida con velas, buen vino y mantel blanco bordado con alegres "hasta luego".