Vistas de página en total

lunes, 31 de marzo de 2014

CONEXIONES, AJUSTES Y SINCRONÍAS

La semana pasada disfruté de un secuestro no planeado por parte de uno de los miembros de la secta autodenominada Damian's Angels (grupo del que tengo el honor de formar parte con merecida graduación y galones en la charretera). Marion, mi angelita del alma, se acercó a mi zulo de estrés...siempre recubierto de papeles y números, para darme un cálido y enorme abrazo, de esos que reconforta el alma justamente cuando más lo necesitas.

No dejo de asombrarme de la conexión que tengo con ella a pesar de que, en ocasiones, pueden pasar tranquilamente meses sin que ni nos veamos ni nos llamemos....a veces simplemente surge un "hola..sigo viva" coincidiendo con nuestros cumpleaños en los que, como de costumbre, nos reprendemos a nosotras mismas el no vernos más a menudo frecuentando como frecuentamos la misma ciudad y la misma provincia.

Pero es la maravillosa hermosura de estas relaciones....no es necesario la proximidad física para sentir que tienes a tu lado a las personas que, aún sin saber qué pueda estar aconteciendo en tu vida, te envían su apoyo, su amor y su fuerza. Ella misma reconoce que a veces, sin venir a cuento, me siente y me recuerda de forma especial...Yo no dejo de explicarle que en muchos momentos de mi vida especialmente alegres o tristes mi mente le cuenta, de forma inconsciente, lo que estoy experimentando.

Siempre bromeo con ella diciendo que hay un hilo invisible que nos conecta de alguna forma y la prueba está en que, basta que comience a venirme a la mente la idea de llamarla, para que automáticamente suene el teléfono y su voz se escuche al otro lado.

No es la única persona con la que he tenido esta conexión en mi existencia; con algún que otro "bicho" peculiar me ha pasado lo mismo...hasta el punto de saber que algo andaba bien o mal en su vida por un pellizco en el estómago que me venía durante una comida con la familia o mientras ojeaba descuidadamente un escaparate en el tiempo en que se espera que cambie un semáforo de rojo a verde...mi apodo de bruja tiene algo que ver con este tipo de sintonía poco explicable.

No pretendo presentar ahora una conjetura de los ajustes interexistenciales en un universo infinito de almas errantes, ni explicar estos sentimientos tan irracionalmente excepcionales con una teoría de pase por la demostración cartesiana de la realidad de Dios. Pero sí que me acojo a mi inalienable derecho a creer en las perfectas sincronías que dirigen mi vida.

Y no me refiero a las sincronizaciones o coincidencias temporales y de pensamiento de la que nos reímos socarronamente al observar en una boda que la hermana del novio lleva justamente el mismo vestido que la prima de la novia... o aquellas que nos asombran cuando dos personas que hablan de temas distintos en conversaciones paralelas dentro de una misma reunión, terminan a la vez sus respectivas frases con la misma palabra o expresión.

Nos admiramos de las casualidades que nos llevan a encontrarnos en determinadas ocasiones con aquellas personas en las que estábamos pensando o, por el contrario,  a las que tratábamos de evitar a toda costa, pero a todas estas coincidencias, en algunos círculos de cierto carácter espiritual con consistencia, se les da una explicación que  (no voy a negarlo) me entusiasma precisamente por su hermosura y sencillez.

Mi angel preferido me estuvo hablando el lunes pasado sobre otro tipo de sincronías...de ese tipo de hechos en nuestra vida que recuerdan a Schopenhauer cuando decía que, cuando llegamos a cierta edad avanzada y evocamos nuestra vida, ésta parece haber tenido un sentido y un plan desde el principio...como si hubiera sido escrita minuciosamente por un novelista.

Desconozco completamente a qué llama este Sr. "edad avanzada" pero sí que debo admitir que, estando acercándome peligrosamente a mi medio siglo de existencia, empiezo a sentir que todo lo que antes no tenía sentido, comienza a tenerlo...que dentro de la novela en la que se ha convertido mi biografía, cada vez tengo más claros los acontecimientos que han  rotulado los capítulos de este libro que está aún por terminarse.

Y, no solo vislumbro rotundamente los hechos que han marcado mis cambios de rumbo o las personas que me han empujado a coger una opción u otra de mi sendero vital...sino que empiezo a ser consciente de que yo misma he provocado un cambio existencial para muchas personas que se han cruzado conmigo en su propio camino, haciéndoles modificar su rumbo de alguna manera. A estos encuentros antes los llamaba coincidencias pero ahora los llamo afortunadas sincronías.

A medida que mi mente se relaja para observar con serenidad lo que estoy viviendo, percibo mas claros estos momentos y a estas personas que crean un fuerte impacto en la trama de mi historia...que hacen que el argumento se modifique hasta completar toda esta vida que me está gustando vivir....Esto me hace sentir una gran paz....la seguridad de que todo ocurre por algo...el sosiego por entender que vinieron a mi vida para que yo creciera hasta convertirme en lo que soy.

Cuántas veces me he bloqueado en inútiles empeños por encontrar los porqués racionales a los encuentros y a las pérdidas...a las subidas al tren de otros o las despedidas en los andenes de solitarias estaciones..Cuánto tiempo perdido que me imposibilitaba saborear la belleza de esos momentos que han sido tan decisivos para mí...

Esta dulce meditación provoca en mi interior una cálida sonrisa al presentirme yo misma autora de algunos hermosos cambios en las personas que han sincronizado conmigo....ahora veo claramente alguna mariposa saliendo de su crisálida...a alguien con una afición bonita a fotografiarlas...algunos remordimientos aniquilados dentro de mentes más abiertas....o a algún caballero que se desprende poco a poco de su oxidada armadura....

Existe algo por lo que sentirse uno más orgulloso que por saberse la sincronía de alguien?






No hay comentarios:

Publicar un comentario